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MERIDA, Yuc., 13 de junio de 2020.- Vecinos de la colonia Caucel Plus, una de las nuevas secciones que se construyen en dicha ciudad, denunciaron sentirse defraudados por la empresa Díaz y Río Construcciones, debido a la mala calidad con la que se construyeron sus domicilios recién adquiridos, mismas que a menos de un año de su compra presentan distintos defectos en los techos, paredes, pisos, muebles de baño y cimientos.
Con apenas seis meses de haber adquirido su nueva casa a través de un crédito otorgado a base de esfuerzos laborales, Yare llegó a vivir a la calle 37A por 116 y 118 de mencionada sección de Ciudad Caucel, con la ilusión de formar un patrimonio seguro para ella, su esposo y sus hijos.
Sin embargo, el paso de la tormenta tropical Cristóbal por la Península de Yucatán evidenció los múltiples defectos con los que cuentan los techos de las viviendas de dicha sección, que están realizados con bovedillas de unicel, colados de menos de cinco centímetros y un recubrimiento interior hecho prácticamente solo con macilla.
De igual forma tienen paredes sopladas y humedecidas, goteras, puertas descolgadas, lozas y muebles de baño despegados, cimientos enmohecidos e instalaciones eléctricas descompuestas, son parte de los cuantiosos daños que sufrieron todos los vecinos de la colonia.
“Mis paredes se empañaron de pies a cabeza, por las puertas entraba agua, la principal se descolgó por la humedad, tuve que correr mi cama en el cuarto porque caían los chorros de agua, el inodoro por tanta humedad se despegó del piso y el cuarto de atrás estaba lleno de agua”, comentó Yare.
En un recorrido realizado por Quadratín, pudimos constatar los daños estéticos y estructurales que los vecinos señalaron, cuando menos en 10 domicilios de pertenecientes a la misma calle, donde las inclemencias de la lluvia no perdonaron ni a los vecinos más nuevos.
“La pasamos mal porque todo se mojaba, toda la casa estaba húmeda, goteando, el cuarto de atrás donde duermen mis hijas lo tuve que desalojar porque no se podía dormir ahí, en la sala comedor me pasó lo mismo, las paredes se chorreaban (sic), en mi cuarto solo podíamos dormir en un pedacito porque es lo único donde no goteaba, no sé si sea mala construcción de las casas o no sé que es, pero realmente no se puede vivir así”, expresó una vecina, que se negó a dar su nombre por miedo represalias de la empresa constructora.
Cuestionada sobre el sentimiento de adquirir un patrimonio de esa calidad en el fraccionamiento Caucel Plus, expresó sentirse arrepentida de haberla comprado y “decepcionada porque uno compra una casa para protegerse, pero que salgan así y llueva más adentro que afuera, es un dinero tirado a la basura, porque las casas no sirven para vivir, sin embargo me voy a tener que quedar aquí porque ya hice la inversión, no me queda de otra”.
Otro de los vecinos señaló a Quadratín las grietas en sus paredes, que “las taparon para que no las vea, pero se nota que estaba agrietado”. También habló sobre los marcos de sus ventanas, que muestran el mismo problema, cuando apenas hace ocho meses adquirió el domicilio.
Otra inconformidad de los vecinos es en relación al impermeabilizante, que según el croquis de su vivienda, dice que está aplicado en cada casa y tiene garantía de cinco años, pero con los aguaceros de la primera semana de junio, que provocaron todas las filtraciones, descubrieron que esto era falso.
En respuesta al incumplimiento, la empresa constructora mandó a dos trabajadores a aplicar el impermeabilizante de manera urgente, mismos que pudimos observar en los techos de la calle 37A, sin embargo el daño a muebles, ropa y electrodomésticos ya estaba hecho.
En la siguiente calle del mismo fraccionamiento, las casas aún no han sido entregadas y el paso se encuentra bloqueado por piedras en la calle, pero a simple vista se observa que los desperfectos en las estructuras de viviendas que son prácticamente nuevas, son los mismos.
A lo lejos, se observan los alarifes edificando una nueva sección, los cimientos ya están colocados y los castillos de las nuevas viviendas ya están levantados, para posiblemente recibir a sus nuevos habitantes el siguiente año. Ante esta posibilidad, quienes ya habitan los fraccionamientos de Caucel II, advierten sobre la posibilidad de sentirse defraudados, por adquirir una casa hecha prácticamente con unicel.