
Niegan aborto legal en hospital de Michoacán, denuncian feministas
MÉRIDA, Yuc., 10 de mayo de 2021.- Mariel Pasos Briceño es madre de una pequeña de tres años, de manera profesional, se desempeña como ingeniera biomédica en una empresa privada dedicada a la reparación de indumentaria médica, desde hace poco más de un año sale de casa con una única preocupación, evitar que el Covid 19 llegue a su hija.
Aunque al inicio de la pandemia pensó que no tendría trabajo, las cosas cambiaron de un momento a otro y este se incrementó, debía visitar los nosocomios, y luego volver a casa, por lo que toda su rutina tuvo que cambiar.
“Al inicio fue pánico, temor, hasta crisis de ansiedad porque yo ando en el hospital, el hecho de que yo lo traiga a la casa (el virus), de que a la niña le vaya a pasar algo. Me cerraron la guardería del IMSS, me cambian mi rutina completa, mi padre y hermanita me apoyaron demasiado, ellos se quedaban con ella”.
Mariel dejó de salir de casa a la guardería, su hija se quedaba en casa con su familia mientras ella visitaba hospitales para poder reparar camas, camillas, ventiladores, monitores de signos vitales, electrocauterios, mesas de quirófanos y lámparas de quirófanos.
Aunque no le tocaba ingresar al llamado covitario, si recibía equipo previamente sanitizado para darle el mantenimiento, pese a esto, ella siempre ha tomado las precauciones necesarias.
“La niña estaba acostumbrada a salir a buscarme cuando regresaba, la encerraba en el cuarto, yo me quitaba zapatos, ropa, me cambiaba en la terraza para entrar, bañarme y ver a la niña. Cambio nuestro estilo de vida, la rutina, eso sí la afecto”.
Luego de casi un año, pese a las precauciones y a que logró crecer en su trabajo por lo que ya no ingresa tan seguido a los hospitales, Mariel se contagió de Covid a inicio de este 2021 y esto la obligó a separarse por más de 15 días de la niña.
“Ha sido difícil ser madre y profesionista que trabaja en área de salud, sobre todo porque estuve separada de mi hija, no pude estar con ella y eso me hizo sentir mal, afortunadamente a ella no le pasó nada”.
Actualmente Mariel, además de reparar, coordina a un equipo de ingenieros que ingresa para recibir los equipos médicos, les brindan todas las medidas de seguridad, y aun así, después del contagio sigue cuidando a su niña y trabajando día con día para ofrecerle mejor calidad de vida.