Recibe Socorro Loeza la medalla Yucatán
ACAPULCO, Gro., 19 de noviembre de 2021.- Yatziri, una niña de siete años, ingresó a la sala de urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en La Margarita, Puebla, el 21 de agosto de 2020. Tenía un pulmón colapsado y señales de violencia sexual; era la tercera vez que llegaba de emergencia al hospital, pues meses antes estuvo ahí por una serie de golpes y quemaduras.
Cuatro meses después de su ingreso a urgencias, Yaritzi murió a consecuencia de las lesiones causadas presuntamente por sus padres y un tío. Este último fue señalado como la persona que abusó sexualmente de ella y es el único que no ha sido detenido por las autoridades.
Su caso es apenas uno de los 2,970 de abuso sexual que quedaron registrados en el acta de ingresos a urgencias de los hospitales públicos en medio de la pandemia por COVID-19, de los cuales 91.3% fueron niñas y mujeres. Un análisis de los datos abiertos de la Dirección General de Información (Dgis) de la Secretaría de Salud (SSa) revela que la mayoría de las víctimas mujeres que se registraron en 2020 tenían menos de 18 años.
El rango de edad con mayor vulnerabilidad son las niñas y adolescentes entre 11 y 18 años que conforman un total de 1,191 casos, según los registros de la SSa. Sin embargo, es posible encontrar decenas de casos en todo el territorio nacional de niñas que apenas están en la primera infancia.
Se trata de los registros de 41 mil 57 unidades médicas ubicadas en 17 centros de salud o instituciones gubernamentales como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los Centros de Integración Juvenil, la Cruz Roja, las fiscalías estatales y la general, servicios médicos estatales, municipales, privados y universitarios, entre otros.
Sigue leyendo Quadratín