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MÉRIDA, Yuc., 16 de mayo 2022.- Dicen que en el calzado se refleja la personalidad de quien los porta, y la dueña de la Reparadora de Calzado Alemán, dice que hay algo de cierto, aunque es raro ver a mujeres al frente de este tipo de negocios, doña Bella Rodríguez tiene 30 años trabajando en su local al interior del mercado de la colonia Alemán, y desde hace 8 es quien lo dirige y con éxito.
La reparadora de calzado tiene 45 años, inició junto con el mercado de la Alemán, lo fundaron don Antonio Herrera y su hijo Eiter Herrera esposo de doña Bella Rodríguez, cuentan que al inicio se dieron a conocer volanteando en los cruceros, y otras colonias, fue época de mucho trabajo.
“En esos tiempos la gente combinaba sus bultos con los zapatos, así que teníamos mucho trabajo de pintura y de reparaciones eran 30 o 40 pares al día, venían de todos lados” comenta la señora Rodríguez
Sin embargo, los tiempos de bonanza terminaron cuando se devaluó el peso, pero han sabido mantenerse vigente en la preferencia de sus clientes, “ahorita lo que más hacemos son reparaciones, costura, cambio de suelas y pintura, sobre todo la gente mayor, porque no se deshacen tan fácil de sus zapatos, sino que acuden a repararlos y darles mantenimiento hasta que ya no hay de otra que cambiarlos” expresó.
Un reto mayúsculo fue la llegada de la pandemia pues tuvieron que cerrar por completo durante cinco meses debido a las medidas sanitarias que se tomaron en el estado
“fu complicado porque seguíamos, pagado luz y renta y todo lo que se necesita para vivir, pero no teníamos el ingreso, así que fue muy duro”.
El regreso de la pandemia fue complicado, pues fue en partes “primero nos dieron tres días a la semana por tres horas, luego cuatro días y cuatro horas, en ese tiempo si tuvimos trabajo, pero muy poco, porque la gente no salía y el miedo a contagiarse era mucho, hasta que después ya nos dejaron abrir todos los días en horario normal”
Ahora a tres meses de que ya se normalizó todo, asegura que están al 60 por ciento de su actividad normal, y asegura que se debe a la fidelidad de sus clientes, pues dice, algunos tienen 30 años llevando sus zapatos.
Doña Bella asegura que esta lealtad se debe al buen trabajo que realizan, a la honestidad con sus clientes, que están abiertos a escuchar sugerencias y a que cuidan cada detalle en las reparaciones, además de que les gusta lo que hacen.
Su nieto, por otro lado, dice que el éxito del negocio es su abuelita, su buena administración y buen trato, él por su parte, dice que está aprendiendo el oficio, pues le gusta y es un trabajo noble y espera en un futuro no muy lejano hacerse cargo de la reparadora junto con su mamá para que su abuelita pueda descansar, aunque doña Bella asegura que no puede desatenderse por completo del negocio pues es lo que ha hecho toda la vida.