Se mantendrán noches y mañanas frescas en la Península de Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 1 de agosto de 2020.- “No estamos en contra de la construcción de un museo en el Puerto de Progreso, pero sí estamos en contra que se tome toda la superficie del parque, porque creemos firmemente que hay otros espacios que pueden ser rescatados para llevarlo a cabo”, aseguró Katty García Marrufo, vocera de la Coordinadora Ciudadana de Progreso, sobre el proyecto que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) pretende construir frente al malecón del más importante puerto yucateco.
En entrevista con Quadratín, la ciudadana argumentó que el municipio de Progreso cuenta con sitios, que podrían ser revitalizados con la construcción de un recinto cultural. Sin embargo, lamentó que estos no se tomaron en cuenta antes de derribar un “espacio vivo”, como lo era el Parque de la Paz.
Indicó que a raíz de la ampliación del muelle y la rehabilitación del conocido Malecón Internacional, ubicado en la zona poniente del puerto, “poco a poco se ha ido ganando el espacio” en donde se podría realizar la construcción.
“En caso de que no pueda ser ahí, el ayuntamiento está expropiando un terreno amplio conocido como Casino Progreso, el cual sirvió en su momento como salón para eventos sociales, que podría ofrecer un muy buen lugar para el museo. También está la casa de la cultura, que se podría reformar y quedaría excelente porque está en el centro y en el paso del turismo o la Unidad Deportiva Víctor Cervera Pacheco, que está frente al Corchito, donde hay una amplia explanada que sirve de estacionamiento”.
La Coordinadora Ciudadana de Progreso es una asociación libre que surgió desde la década de los años 2000, cuando la administración de ese entonces planteó la modificación del Boulevard de Progreso, que incluía el retiro de la barrera de contención que funciona como bancas en el malecón de dicho puerto.
En ese entonces defendían la permanencia de las bancas, debido a que sirven como barrera de contención para la ciudad, ante el riesgo de inundarse por el creciente nivel del mar, durante las temporadas de nortes o con la llegada de huracanes.
Para esa lucha, la organización se integró de especialistas en materia de construcción, entre los que destacan el arquitecto Mauricio Mier y Terán, los profesores Darío Campos Manrique, Alfonso Ávila Padro y el licenciado Oziel Nicoli Argüelles.
La organización pausó sus actividades públicas por varios años, pero desde que se enteraron que la anunciada construcción del Museo frente al mar, ocuparía toda la superficie del conocido Parque de la Paz, único espacio de recreación en el Malecón de Progreso, volvieron a alzar la voz.
“Se venían anunciando ciertos cambios en cuestiones de contrucción, habíamos escuchado que venía una obra buena y grande del gobierno federal, más desconocíamos realmente en qué parte, hasta después se habló que iba a ser mero en el Malecón”.
Hasta ese momento los miembros de la Coordinadora pensaban que la obra solamente tomaría el área verde donde se encuentra el asta bandera, con entrada del lado del malecón y salida por la calle 21, ocupando una superficie de 8 a 10 metros de ancho.
“Al paso del tiempo presentan la obra y oficialmente viene el representante federal, las autoridades municipales y estatales a hacer la ceremonia con protocolo de presentación y nos venimos a dar cuenta de que estaban contando con todo el parque”.
A los pocos días del anuncio oficial, el personal de la obra comenzó a levantar la barda perimetral para proteger a los peatones. Llevaron maderas, grúas, desconectaron el suministro eléctrico, removieron el asta bandera e introdujeron maquinaria para acelerar la destrucción de la estructura del anfiteatro.
“En ese momento empezamos a alzar la voz, entonces diferentes corrientes y personas comenzaron a opinar lo mismo. Claro que a raíz de que se comenzó a dar cuenta la gente, se empezó a enojar con el engaño” añadió García Marrufo.
El pasado lunes 27 de julio, ciudadanos organizados y la Coordinadora Ciudadana de Progreso convocaron a una colecta de firmas para dar marcha atrás al proyecto que se pretende realizar en el Parque de la Paz. En cuestión de dos días, aproximadamente mil firmantes acudieron a brindar su apoyo.
A esto se suma la petición que lanzaron a través de la plataforma change.org, en donde más de 500 personas han reiterado su rechazo a las construcciones en ese lugar.
“Estábamos sorprendidos de la respuesta, porque en dos días, sin organización profesional, sin financiamiento, solamente con la voz ciudadana, llegamos a este número de firmas de personas inconformes. Eso quiere decir que si tuviéramos tiempo, si no hubiera pandemia, si acudiéramos a las colonias, fácilmente hubiéramos reunido de 3 mil a 5 mil firmas”, aseveró la vocera de la asociación.
Lamentablemente, a pesar del conocimiento de la inconformidad por parte de la autoridad municipal, las obras continuaron e incluso se apresuraron, pues desde el miércoles se destruyó el graderío del anfiteatro.
“En este caso viendo que se aceleraron las obras y con ello la demolición, estamos pensando continuar con la recolección de firmas o concentrar las que ya tenemos, y ahora llevarlas ante una autoridad o representante del gobierno federal, buscando un mecanismo que llegue directo a la Sedatu”, anunció.
Otra inconformidad que expresó García Marrufo fue la afirmación del alcalde, quien aseguró que la gestión de la obra comenzó desde el inicio de su administración y aún sabiendo que el parque iba a ser demolido, invirtió recursos públicos en su remodelación, en la reconstrucción de la caseta policiaca y en la inauguración de la playa incluyente desde diciembre de 2019, que conectaba directamente con el Parque de la Paz.
“El alcalde aseguró que la obra mínimo tiene un año entre la gestión, el visto bueno y su aprobación, él ya lo sabía, entonces por qué continuó con algunas modificaciones si él sabía que venía la obra y se tenía que tirar, solamente hizo doble o hasta triple gasto”
Por último, Katty Marrufo reiteró que la Coordinadora Ciudadana de Progreso no es un grupo que esté en contra de la construcción ni del alcalde Zacarías Curi, porque su lucha no tiene algún fin político, simplemente buscan la conservación de un parque, que tenía vida y también era fuente de empleo para muchos ambulantes.
“Nosotros no estamos en contra del Museo y es lo que creo que no ha quedado claro, sabemos que el desarrollo y la ciudad tiene que tener un avance, no nos podemos negar a él, quienes seríamos nosotros para hacer algo así, pero que lo hagan en un lugar que no quite un espacio recreativo y multifuncional para su finalidad”, finalizó.