Inicia diciembre con temperaturas frescas para la Península de Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 18 de agosto de 2020 .- Debido al incremento en el consumo de alimentos ultraprocesados, popularmente conocidos como “comida chatarra”, desde hace varios años en los pueblos y comunidades indígenas se registran problemas de salud como diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad, que los vuelve vulnerables ante la pandemia del Covid 19, informó el Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción A.C. (Cepiadet).
Tras llevarse a cabo el webinario llamado ‘El derecho a la alimentación y soberanía alimentaria de los pueblos indígenas’, moderado por Yasyana Elena Aguilar Gil, integrante de la organización Colegio Mixe (Colmix), la regidora de Educación del Municipio de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra de Oaxaca, expuso que su comunidad ha sido una de las más afectadas por la venta y consumo de productos industrializados.
“Existen, al menos, 50 personas con diabetes, de acuerdo con registros de la Unidad Médica Rural, cuyos responsables sostienen que la mayoría de estos pacientes no llevan control médico porque no quieren dejar de consumir chatarra, pues la asocian a una falsa calidad de vida” manifestó la servidora pública municipal.
Ante la pandemia, la integrante del Colmix, ha tomado acciones como cierre de caminos para proteger a su población vulnerable del contagio del coronavirus y decidió prohibir el paso a distribuidores de productos industrializados, con la finalidad de que la población regrese a su alimentación tradicional.
Para Alejandro Calvillo Unna, director de Poder del Consumidor A.C., Villa Hidalgo Yalalag es un ejemplo de la problemática extendida por la mayoría de comunidades indígenas del país donde alimentos producidos en la propia localidad son desplazados por otros ultraprocesados y bebidas embotelladas, que han penetrado gracias a que cuentan con una enorme publicidad, mercadotecnia y distribución.
A su vez, destacó que en América Latina, México es el mayor consumidor de tales productos y, los estados, Oaxaca y Chiapas figuran entre los mayores consumidores de Coca-Cola, lo cual se refleja en problemas de salud pública por diabetes y obesidad.