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RÍO LAGARTOS, Yuc., 9 de octubre de 2020.- “Rezamos para que no pasará nada porque se escuchaba muy feo el viento” aseguró Oscar Tec, una de las pocas personas que decidió permanecer en Río Lagartos durante el paso del Huracán Delta, por el temor a que su propiedad fuera saqueada.
En la calle principal, que a diferencia de otros días, luce vacia, enlodada y llena de basura, relató a Quadratín que este fue su primer huracán, pues desde hace tres años decidió mudarse de Cenotillo a este municipio, dónde trabaja en un pequeño hotel, ahí permaneció durante el paso de Delta.
“Nos encerramos ahí, solo se escuchaba el viento, por la ventana vimos como el agua se movía mucho, había olas y llegó hasta la avenida, la verdad si sentí miedo; solo yo me quedé, mandé a mi esposa a Tizimín, se fue con una amiga porque no sabía cómo iba a estar esto, preferí que se fuera”.
Sobre los daños en el Hotel, Oscar indicó que fueron mínimos, pues “solo se voló un aire acondicionado, en casas aledañas vi que el viento se lleve láminas pero nada de gravedad”.
En cuanto a la rapiña, indicó, la noche del miércoles vio a personas robando tablas de los muelles, pero nada más.
Aunque ya pasó el huracán, esperará algunos días para que su esposa vuelva, además, vive incertidumbre pues no sabe si se formará otro fenómeno meteorológico que los pueda afectar nuevamente antes de que se recuperen.
Don Jaime Alcocer, de 65 años, aseguró que ningún otro huracán lo había sacado de su casa, pero está vez fue su hermanita quién lo llevo a resguardarse en Tizimín “pues hace 18 años con Isidoro, estaba yo más joven, además tenía animalitos que cuidar”.
Gamma, continuó, los tomó por sorpresa y aunque las lluvias fueron fuertes, no paso a mayores. Sobre Delta, precisa que pese a la cercanía de días, tuvieron oportunidad de prepararse, amarrar tinacos, láminas, proteger ventanas, puertas y resguardar documentos importantes.
“El día que pasaron a decir que había que desalojar nos fuimos tarde, porque aseguramos todos. Yo desde ayer en la noche pedí cupo en una ambulancia para poder venir a ver qué había pasado, aunque no fue fuerte como otros, si se cuartearon algunas partes”.
La noche del jueves la pasarán en penumbras, pues aunque ya hay personal de la Comisión Federal de Electricidad laborando, se espera que hasta el viernes o sábado les restablezca la energía.
Por ahora, esperará a que pueda volver el resto de su familia, pues la carretera principal hacia Río Lagartos continúa bloqueada por el agua, vehículos pequeños no logran pasar.
Para llegar, los automóviles deben acceder al municipio de Panabá y de ahí tomar la angosta carretera hacia San Felipe, que aún presenta tramos ligeras inundaciones, al llegar a dicha comunidad, se puede tomar la desviación a Río Lagartos, que por ahora es la única vía de acceso.