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MÉRIDA, Yuc., 13 de junio de 2025 – La Asociación Civil de Temozón, representada por la productora Ofelia Reyes Urbalám, ha consolidado una alternativa productiva que vincula a productoras y productores del campo con el mercado internacional, al cultivar especies frutales y vegetales originarios de Asia, como la berenjena china, el melón amargo hindú, el opo, la bangaña, el cundeamor y la okra.
“Conocimos estas frutas por necesidad de generar empleo para las y los campesinos de la región y asegurar trabajo durante todo el año. Las semillas son traídas de países como la India o Tailandia, pero las hacemos producir aquí, entre las piedras y la tierra de Yucatán”, explicó Reyes Urbalám.
Estos cultivos, que crecen incluso en terrenos pedregosos, se han convertido en una fuente constante de empleo tanto en la siembra como en el proceso de empaque. A pesar de que se trata de especies que originalmente se desarrollan en climas diferentes, la tierra yucateca ha respondido de manera favorable, adaptándose mediante variedades híbridas desarrolladas para estas condiciones.
Entre los cultivos destaca el cundeamor, una planta conocida por sus propiedades hipoglucemiantes.
“Es una insulina pura natural para personas con diabetes. Se puede comer con piña o plátano, y ayuda a regular el azúcar sin dejar de disfrutar lo dulce. Su consumo frecuente apoya el control de la diabetes de forma natural”, aseguró la productora.
Aunque buena parte de la producción se destina a la exportación —principalmente a Europa, incluyendo Holanda—, la asociación ofrece estos productos a precios accesibles para que las personas del estado también los conozcan.
“Los damos en cinco pesos la pieza para que se animen a probarlos y descubran sus beneficios. Queremos que se difunda su uso y su siembra”, indicó.
El impulso de este modelo fue originado por la experiencia de una empresa papayera que comenzó a diversificar su producción. Con el tiempo, la estrategia ha generado una red de colaboración entre diferentes asociaciones civiles que hoy suman esfuerzos para cumplir con las normas internacionales de calidad.
“Lo más importante es que invitemos a más gente a sembrar. Lo que se produce, se compra. No hay tope para la exportación”, enfatizó Reyes Urbálám, subrayando que la iniciativa no solo beneficia económicamente a las familias de Temozón, sino que también posiciona a Yucatán como un referente en cultivos especializados de alto valor.