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MÉRIDA, Yuc., 03 de noviembre de 2020 .- Desde la apertura de las iglesias católicas en el estado, la Arquidiócesis de Yucatán ha reportado un incremento de ceremonias bautismales, informó Jorge Martínez Ruz, vocero de la Arquidiócesis.
En entrevista con Quadratín, el padre detalló: “si ha habido más solicitudes de bautizos porque son muchos que ya habían nacido y estaban en espera”, añadió que, en la parroquia que él tiene a cargo (San Juan Bosco de la colonia Miraflores), cada fin de semana ha tenido de uno a dos niños”, por lo que “básicamente se normalizó el ritmo de estas celebraciones”.
Respecto a las bodas, aseguró que, “casi todos los que se iban a casar en estos meses de pandemia, de marzo a septiembre, han movido sus fechas al próximo año”. El resto de celebraciones, que incluyen bodas, bautizos, XV años, primeras comuniones, aniversarios, confirmaciones, etcétera, han tendido poca afluencia.
A partir del pasado 15 de septiembre, los centros religiosos de la entidad reabrieron sus puertas para recibir a sus fieles, esto como parte de la firma del Acuerdo de Reapertura Económica para Yucatán.
“Ahora a partir de noviembre las autoridades estatales han activado algunas posibilidades más para eventos sociales pero los protocolos de la iglesia siguen siendo los mismos”, añadió.
Estas medidas tienen una capacidad máxima del 30 por ciento de aforo en el templo, presentarse con el cubrebocas, así como aplicar la sana distancia de 1.5 metros entre los miembros de la familia, todos esto, en cada ceremonia religiosa.
Asimismo, apuntó que los sacramentos no tienen un costo, básicamente es una cuota de recuperación, por el uso del arancel, que es un gasto que implica la energía eléctrica, el aire acondicionado, por mencionar algunos servicios: “en el de los bautizos es promedio de 100 pesos y en las bodas alrededor de mil pesos”.
Finalmente, el presbítero invita a los fieles a no celebrar en grandes fiestas los sacramentos: “sabemos que tener una celebración que nos lleva a Dios es algo muy emotivo que hay que celebrar, pero particularmente ahora con la pandemia, no hay que hacer de algo muy bonito a algo trágico”.