Desde hace 7 años no se sentía tanta heladez: Ciafeme
MÉRIDA, Yuc., 26 de septiembre de 2020.- El cuerpo encontrado bajo tierra, en un predio ubicado en la calle 84 por 29 y 31 del centro de Progreso, que presuntamente funcionaba como centro de abastecimiento de combustible robado, fue rescatado esta mañana por el Servicio Médico Forense (Semefo).
Como informamos con anterioridad, desde el pasado sábado se realizó un fuerte operativo en un domicilio de dicha demarcación, donde participaron el cuerpo de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Guardia Nacional, la Agencia de Investigación Criminal, la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán y la Policía Municipal de Progreso.
El cateo realizado en el domicilio marcado con el número de lote 139, derivó de las denuncias realizadas por vecinos del puerto yucateco, quienes reportaron un fuerte olor a hidrocarburo en la zona.
Sin embargo, la investigación por el presunto robo de combustible al ducto que cruza por el centro del municipio porteño, dio un giro inesperado durante este martes, cuando durante la realización de los trabajos para verificar que la instalación de Pemex no tuviera fugas ni fisuras, encontraron el cuerpo de un hombre de aproximadamente 45 años de edad, que quedó atrapado en el túnel que utilizaban para extraer la gasolina.
Es por eso que los trabajos de excavación y corte de banquetas se vieron interrumpidos la tarde de ayer, para esperar la llegada del Semefo, quienes junto al Cuerpo de Rescate de los Bomberos de la SSP, se encargaron de recuperar el cuerpo del supuesto huachicolero.
Como informamos el pasado sábado, esta sería la segunda toma de “huachicol” que las autoridades encuentran en Progreso en los últimos seis meses, pues el pasado 23 de abril se procedió a catear un domicilio ubicado en la misma calle 84, pero con cruzamientos 25 y 27.
En aquella ocasión, el hallazgo se realizó gracias a las denuncias de los vecinos, que señalaron que el predio despedía un fuerte olor a combustible. La toma clandestina se localizó en un terreno abandonado, el cual estaba rodeado por una barda y el único acceso era un portón metálico.