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MÉRIDA, Yuc., 3 de marzo de 2020.- De acuerdo a la investigación periodística publicada este lunes por la plataforma periodística Connetas, Romo Garza fundó la empresa Enerall en 2007, megaproyecto que en los últimos 10 años obtuvo concesiones para explotar la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrícola en la Península de Yucatán, que derivó en daños ambientales pora sobreexplotación de recursos en la zona.
La investigación revela que un cenote, ubicado en Tizimín, de 5 mil 500 metros cuadrados fue tapado y ahora es un área de fango, al respecto la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no remitió este hecho al ministerio público para que se investigara este delito ambiental.
El objetivo de la empresa Enerall es acelerar dos siglos el ciclo de la naturaleza, así lo explicó el funcionario federal en 2017:
“Si ustedes van de Cancún en carro a Mérida, no hay nada. Bueno, pero toda esta zona está asentada en agua. ¿Qué hicimos? Lo van a ver. Usando tecnología de punta, mexicana, de microorganismos, estamos convirtiendo suelos de improductivos en productivos. Lo que la naturaleza hace en 200 años, lo estamos haciendo en un año”.
Además, se señala a Romo Garza, como inversor de Synthetic Genomics, vinculada a Montanto empresa conocida por la fabricación de semillas transgénicas.
El agua del acuífero de la Península de Yucatán, del cual Enerall ha logrado servirse como ningún otro particular, es clave para la zona. Aunque el acuífero cuenta todavía con recursos masivos, en la última década ha visto desplomarse en casi 50 por ciento su disponibilidad media anual. El hecho ha coincidido, entre otros factores, con el salto en el otorgamiento de permisos para explotar el acuífero en los últimos 10 años, como evidencian los propios datos de Conagua.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Función Pública (SFP), estarán encargadas de atender las irregularidades detectadas en la empresa Enerall que involucra a Alfonso Romo Garza, jefe de la oficina de la Presidencia.