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MÉRIDA, Yuc., 5 de agosto de 2025.- El sargazo, fenómeno asociado principalmente a las costas del Caribe mexicano, podría comenzar a arribar con mayor frecuencia a las playas del norte de Yucatán, según alertó el doctor Raúl Tapia Tussel, investigador titular de la Dirección de Gestión Tecnológica del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).
Durante una entrevista, Tapia Tussel explicó que, si bien históricamente la Península ha recibido sargazo bentónico –una especie parda que se degrada con facilidad–, los efectos del cambio climático han propiciado la llegada progresiva de nuevas variantes flotantes como el Sargassum natans y el Sargassum fluitans, mismas que han afectado severamente a Quintana Roo y otras regiones del Caribe.
“Ya está empezando a llegar por la parte superior de la península, hacia El Cuyo, y en cualquier momento podría alcanzar Progreso. . El problema no solo es su presencia, sino la forma en la que se maneje, si se recolecta y se desecha de forma inadecuada, podría contaminar el manto freático debido a la presencia de metales pesados absorbidos por la biomasa. ”, advirtió el investigador
Tapia Tussel subrayó que el sargazo funciona como una esponja que absorbe contaminantes durante su trayecto por zonas industriales, particularmente en regiones mineras de Colombia y Venezuela.
“La trazabilidad es fundamental. No basta con transformar el sargazo en un producto; hay que saber dónde quedan los metales que contiene”, puntualizó.
En Yucatán, algunos emprendedores ya exploran opciones de aprovechamiento del sargazo, como la fabricación de iniciadores de candela para carbón. Además, el CICY investiga su integración con materiales plásticos para la creación de compuestos como madera plástica, lo que permitiría enfrentar simultáneamente los problemas de residuos plásticos y orgánicos.
Para evitar que el sargazo afecte las playas, Tapia Tussel recomienda la recolección en altamar, donde el impacto es menor y es más sencillo su procesamiento. Aunque las corrientes del Golfo dificultan el arribo directo a Yucatán, los cambios en los patrones climáticos y marinos podrían alterar esta dinámica.
“El riesgo existe, y es fundamental estar preparados no solo para recolectar, sino para transformar el sargazo sin trasladar el problema a otro lugar”, concluyó.