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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de noviembre de 2021.- Las cadenas de violencia a partir del seno familiar que consideran una enfermedad cualquier preferencia sexual distinta a los estereotipos convencionales corroen, y los afectados pierden poco a poco la capacidad de ejercer su ciudadanía y garantías individuales, destacó la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), Siobhan Guerrero Mc Manus.
Empiezan en el hogar, donde suelen haber estereotipos sobre la conducta que debe tener un hombre o una mujer y se intensifican cuando una persona “sale del clóset”.
Al participar en la charla “Derechos humanos, igualdad y violencia de género desde la diversidad”, como parte de las actividades programadas por la UNAM en ocasión del 25N “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, la especialista precisó que las agresiones comienzan a partir de estar ante un cuerpo que no encaja con los estereotipos del género. Es decir, un niño o niña no necesitan pronunciarse públicamente como lesbianas, trans o bisexuales, solo basta que sean leídos como tal; ahí empiezan las violencias y las “intervenciones”.
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