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GUADALAJARA, Jal., 21 de julio de 2022.- El triste y lamentable caso de Luz Raquel, quien fue asesinada el fin de semana pasado cuando le prendieron fuego, ha puesto en evidencia una historia que debe alarmar, la discriminación y acoso que sufrían ella y su hijo quien tiene autismo severo, este no es un caso aislado, la mayoría de las familias que viven con una persona en el espectro autista suelen ser agredidos por quienes tienen cero empatía, describió Irene, madre de Andrés y Pablo quienes tienen esta condición y además dislexia.
“El hecho, por ejemplo, cuando eran pequeños, a veces se me emberrinchaban los dos en el centro comercial, y toda la gente me gritaba, es que no lo educa, es que qué clase de madre es, y tú no hayas qué hacer, si agarrar al que salió corriendo, y sale uno corriendo, pues vas por el que está corriendo y dejas allí al que está caminando en círculos, y luego llegas con el otro, y la gente te está gritoneando, es qué cómo se le ocurre dejar a su hijo, y nadie te pregunta cómo estás”.
Irene describió que al igual como le ocurría a Luz Raquel, ha tenido serios problemas con sus vecinos por tenerles que pedir que bajen un poco el volumen de su música porque los ruidos fuertes alteran a sus hijos que son muy sensibles a ello. Afirma que después de lo ocurrido con la madre de 35 años asesinada en Zapopan ya teme por la agresividad de las personas.
Las personas que viven dentro del Trastorno del Espectro Autista suelen tener hipersensibilidad a colores, sonidos, luces, alimentos, hasta telas, en los casos más severos pueden derivar en crisis o ataques epilépticos y se caracterizan por neurotipias como sin gritos, sonidos, balanceos o movimientos repetitivos como aleteos y brincos, a veces, estas situaciones molestan a algunos quienes critican y hasta agreden, describió Irene, mamá de dos hijos con autismo y dislexia.
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