Afecta banco de niebla operaciones en AICM
MÉRIDA, Yuc., 29 de marzo de 2021.- El pasado 20 de marzo llegó la primavera que trae consigo más horas de luz y provoca el tradicional cambio de hora para adaptarse al horario de verano. En este 2021, se realizará el próximo domingo 4 de abril y se hará en punto de las 2:00 horas (tiempo de la Ciudad de México), es por eso que a partir de ese día el horario nuevo estará presente en todos los estados del territorio nacional, con excepción de Sonora y Quintana Roo.
De esta forma, todos los relojes tendrán que adelantar sus manecillas, de tal forma que a las 02:00 serán las 03:00 horas. La consecuencia más inmediata es que ese día se dormirá una hora menos y anochecerá más tarde. Este horario de verano tendrá una duración de seis meses, hasta las dos de la madrugada del próximo 31 de octubre.
Debido a la contingencia sanitaria por el Covid 19, diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) instaron entonces al presidente Andrés Manuel López Obrador a eliminar o suspender el horario de verano, para no generar más situaciones de ansiedad y estrés. Finalmente, y a pesar de la petición, el cambio sí se aplicó.
Según la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las modificaciones horarias afectan al rendimiento físico, emocional e intelectual de las personas. En los niños, puede alterar su ciclo de sueño, y la necesidad de ingerir alimentos, mientras que en las personas mayores también puede alterar su descanso, y provocar episodios de ansiedad e insomnio
De acuerdo a otra investigación elaborada por científicos, algunas personas pueden recibir el cambio de forma negativa porque les “quita” una hora de sueño. Esta alteración, de hecho, puede suponer un problema real ya que la fatiga que provoca puede aumentar la mortalidad en las carreteras de 1,5 vidas perdidas cada año.
Otro inconveniente derivado de la alteración del sueño sería un incremento de entre un 4 y un 29 por ciento en el número de infartos agudos del miocardio.
El European Review for Medical and Pharmacological Sciences asegura que los ataques cardíacos durante los tres primeros días de la semana después del cambio al horario de verano ascienden aproximadamente un 5 por ciento.
Según explica el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), el principal motivo de esta modificación horaria es “hacer mejor uso de la luz solar durante los meses de mayor insolación, para obtener una reducción en el consumo de energía eléctrica en las horas de mayor demanda de electricidad”.
En ese sentido, el objetivo es que las industrias se beneficien de la luz del día para ahorrar dinero en electricidad. También tiene un notable impacto positivo para el transporte, las comunicaciones, la salud, el turismo o el ocio, aunque en la actual situación de pandemia puede notarse menos ante las restricciones de la movilidad.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (SENER), el cambio de horario se implementó por primera vez durante la administración del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León; en 1996 se publicó el decreto en el Diario Oficial de la Federación, con el objetivo de disminuir el consumo de energía eléctrica aprovechando el tiempo de luz natural.