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QUINTANA ROO, 5 de diciembre de 2023.- Según la Secretaría de Economía, Quintana Roo es el segundo estado con la mayor inversión extranjera directa turístico en 2023 ya que, de enero a septiembre, tuvo un aumento del 8.3% de visitantes y para 2024 recibirá una cifra récord de gasto federalizado como parte del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); sin embargo, en el estado prevalece un desarrollo inmobiliario irregular que afecta a sus Áreas Naturales Protegidas.
El sitio oficial de la Secretaría de Hacienda, Transparencia Presupuestaria, informó que la entidad tendrá el próximo año, entre aportaciones y participaciones federales, un monto presupuestal de 25 mil 362 millones de pesos, lo que atrae importantes inversiones en ámbitos diversos porque se consolida como un destino atractivo, con certidumbre para invertir y una positiva proyección económica.
Esta prosperidad podría permitir una importante inversión de recursos para promover una estrategia y programas de manejo que impulsen a los desarrollos sustentables y regulados para detonar el crecimiento ordenado y ayudar a preservar sus ANP y proteger el patrimonio cultural de la entidad.
En términos generales, el desarrollo inmobiliario sustentable busca crear edificaciones y comunidades que sean habitables, saludables, seguras, accesibles y equitativas, al tiempo que se minimiza el impacto en el medio ambiente y se promueve la sostenibilidad a largo plazo garantizando la calidad de vida para las generaciones actuales y futuras.
No obstante, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) denunció “tortuguismos” en Quintana Roo por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pues aseguran que generan un “cuello de botella” para la autorización de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), provocando el desarrollo irregular.
De acuerdo con la dependencia, de 300 solicitudes presentadas, sólo se ha dado resolución al 15%, y que el retraso en el otorgamiento de licencias ambientales de aprovechamiento de agua y de cambios de uso de suelo, provoca un impacto negativo en la generación de empleos e implica desaprovechar el atractivo para el nearshoring.
De hecho, información de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) reveló que en Quintana Roo solo 33.1% de los proyectos de desarrollo urbano y turísticos, entre el 2018 y 2022, fueron sometidos a una evaluación ambiental para determinar su impacto.
Aunado a esto, no contar con la facultad para hacer valer el derecho en materia de desarrollo regular por la falta de capacidades de vigilancia dentro las ANP y los recortes al presupuesto de las instituciones ambientales también han fomentado la irregularidad en los desarrollos inmobiliarios de la entidad.
Tal es el caso de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la cual es la dependencia encargada de administrar las ANP y que desde la administración pasada, sufre de constantes recortes, porque los proyectos de presupuesto de egresos de la Federación presentados al Congreso de la Unión desde 2018 han quitado dinero a la dependencia año tras año.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Quintana Roo, igualmente se ha visto afectada por los recortes al presupuesto y se ha reflejado en una importante disminución en sus capacidades de vigilancia al contar con únicamente dos inspectores en todo el estado, situación que ha sido aprovechada por el desarrollo turístico irregular.
Si bien es posible tener desarrollos en zonas protegidas, los decretos del Gobierno Federal de Áreas Naturales no han sido suficientes para garantizar la protección de sus biodiversidad y ecosistemas, pues sin una estrategia con reglas claras, la falta de permisos y de vigilancia, abre espacios para la irregularidad por los precedentes que existen en Quintana Roo.
Por esa razón, para lograr la sustentabilidad en el sector inmobiliario en las ANP de Quintana Roo, es fundamental que se promueva una estrategia integral en conjunto con la Iniciativa Privada (IP), el gobierno federal y estatal, así como las comunidades y autoridades ambientales, en las que se establezcan reglas claras y se faciliten los permisos necesarios para proyectos que cumplen las características necesarias para ser considerados como sostenibles.
Además, existen programas de manejo que plantean una normativa robusta para la preservación de recursos naturales, que toman las mejores prácticas, apegándose al programa estratégico para el turismo en ANP.
Tal es el caso de la ANP de Yum Balam, que cuenta con un programa de manejo desde 2018, que establece la viabilidad de llevar a cabo un desarrollo sustentable bajo ciertos parámetros, cuidando en todo momento la densidad que se permite por hectárea.
En la Isla chica de Holbox necesitas 26.64 hectáreas para hacer 16 hectáreas de desarrollo de tres pisos máximo, y 4 mil 800 hectáreas para hacer 16 hectáreas de desarrollo en la isla grande, es decir, en esta última necesitas 180 veces más terreno para poder desarrollar lo que se permite en Isla chica, a pesar de que es un predio más bajo y por tanto, con mayor fragilidad en términos de impactos ambientales que la Isla Grande que se encuentra con mayor altura.
¿Cuáles son los aspectos positivos del desarrollo sustentable en ANP?
Turismo sostenible: Un desarrollo cuidadosamente planificado y sostenible del turismo en ANP puede generar ingresos para las comunidades locales y los esfuerzos de conservación. El turismo responsable puede contribuir a la valoración de la naturaleza y fomentar la conciencia ambiental.
Generación de empleo: Los proyectos de desarrollo en ANP pueden crear empleos locales, lo que puede mejorar la calidad de vida de las comunidades cercanas y reducir la presión sobre los recursos naturales a través de actividades económicas alternativas.
Educación y concienciación: Los visitantes a las ANP a menudo se convierten en defensores de la conservación, lo que puede aumentar el apoyo público a la protección de la naturaleza y la biodiversidad.