Revira Fernández Noroña ante amago de Trump sobre aranceles
CANCÚN, QRoo, 28 de octubre de 2022.- “Hace ya más de tres meses que llamar por teléfono desde este Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla es para mí un reto, a veces infranqueable, debido al aislamiento total y relatando que ahora, en el argot carcelario, le llaman la máscara de hierro a la que me ha sometido la autoridad penitenciaria con el pretexto de unas medidas precautorias solicitadas a mi favor por el mecanismo para prevenir y erradicar la tortura de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que solicito –si no fuera terrible la ironía, es perversamente genial– la medida que pretendía protegerme de las agresiones de la autoridad penitenciaria y que ahora se tornó en un castigo atroz, que precisamente las autoridades vigilan se cumpla ininterrumpidamente”
No siempre fue así, en estos casi dos años de prisión –por un delito fabricado con jueces de consigna– que me llevó a atestiguar, de primera mano, el mayor grado de corrupción e impunidad, de que se vale la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, a través de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, para obtener dinero sucio, producto de extorsiones y microextorsiones a la población, personas privadas de la libertad de las que obtiene decenas de millones de pesos en efectivo mensualmente, es decir, millones diariamente.
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