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GUADALAJARA, Jal., 18 de febrero de 2024.- Lo que está ocurriendo en Guerrero donde obispos se vieron en la necesidad de solicitar una tregua al crimen organizado es algo que de ninguna manera debería permitirse, pero es resultado de la desesperación, la incertidumbre y la carencia del estado de derecho, advirtió el Arzobispo de Guadalajara y Cardenal José Francisco Robles Ortega.
“Es una completa inseguridad, una constante amenaza a su vida, a sus bienes, una incertidumbre en medio de la muerte, es un signo de desesperación e impotencia ante el crecimiento del crimen organizado en ese estado y la inacción de las autoridades federales, estatales y municipales.”
Insistió en que, aunque de ninguna manera se puede pactar con criminales, los obispos reaccionaron en un intento desesperado por recuperar la paz ante el incumplimiento de las autoridades.
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