Indicador Político
A pesar de las muestras de inconformidad de militantes distinguidos tanto del PAN como del PRI, por la conducción que sus “líderes” nacionales llevan en los momentos críticos de sus respectivos partidos, los dirigentes nacionales de estas organizaciones políticas, Marko Cortés y Alejandro Moreno, insisten en realizar acciones y en hacer pronunciamientos que finalmente siempre acaban por favorecer a MORENA.
Marko Cortés hace un desgarriate político al destapar como candidato del PAN al gobierno del Estado de México a Enrique Vargas. Y en ese mismo evento decide, por sí mismo y sólo por sí mismo, que el candidato presidencial blanquiazul será en el 2024, el mandatario yucateco Mauricio Vila.
Primero al nominar de manera personal a Enrique Vargas como candidato al gobierno mexiquense, Marko Cortés anuncia implícitamente que en esa entidad no habrá alianza ni con el PRI ni con el PRD.
La verdad es que, si juntos esos tres partidos, PAN, PRI y PRD tendrían que librar una durísima batalla ante la candidata de MORENA, Delfina Gómez, que esta vez llega a la contienda con una estructura estatal reforzada y con la experiencia de la elección pasada, misma que perdió apenas gracias al apoyo que el Verde le dio al PRI, por separado la verdad que su oportunidad de derrotar a la morenista sería muy remota.
Marko Cortés, con un tacto político de elefante, al destapar a Mauricio Vila para la grande, dejó de inmediato inconformes a personajes como Santiago Creel, Juan Carlos Romero y ex gobernadores como Francisco Domínguez y Martín Orozco. Es decir, dividió al PAN desde ahora y con ello, automáticamente, favorece a MORENA.
En el caso del PRI, después de las balconeadas que le ha propinado la hiperactiva gobernadora campechana Layda Sansores, y que lo han dejado más percudido que una sábana de zoológico, Alejando Moreno, conocido en el bajo mundo de la política como Alito, insiste en ser la némesis de quienes fueron sus antecesores en la dirigencia nacional del PRI.
Para documentar mi percepción de Alito, me remito a la columna de Federico Arreola que lo califica sencillamente de naco.
Dice Arreola:
En fin, si el naco es el ignorante, el torpe, el tonto y el impreparado que, además,viste de mal gusto, podemos perfectamente considerar como adinerada naquez que un político pague 19 millones de pesos para comprar dos coches McLaren.
Pero que el naco de los 19 millones de pesos derrochados en dos carros solo haya trabajado —es un decir— como político, esto ya tendría que ser motivo de una investigación de la FGR, no solo de la fiscalía campechana. No puede ser que cada sexenio conozcamos los lujos de personas dedicadas a la política, como los Ferraris y los aviones privados de los hijos de Romero Deschamps, y que ellos sigan por la vida tan campantes exhibiendo su ostentosa naquez en México y en el extranjero.
¿Cuándo el gobierno procederá contra Alito Moreno? No sé si sea culpable de contar con dinero malhabido, pero parece. Y no estamos hablando de poco dinero. Si en un juicio justifica sus recursos, qué bueno. Si no, un poquito de justicia, por favor.”
Tal vez ante esas demostraciones de naquéz de Alito en perjuicio del PRI, es que Beatriz Paredes haya decidido levantar el dedo y anunciar que aspira a la candidatura presidencial por el tricolor en el 2024.
EN TIEMPO REAL.
1.- No tardará mucho tiempo en saberse a qué dependencia federal podría ir el todavía gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González. La especulación lo ubica en una subsecretaría de Turismo.
2.- Luis Donaldo Colosio Riojas dijo, en un acto de plena sensatez, aseguró a los medios de comunicación que definitivamente buscar una candidatura presidencial no está entre sus proyectos políticos de futuro. La declaración del alcalde de Monterrey fue muy bien recibida por la clase política mexicana en general.
3.- Para la próxima semana se anuncia el pleno de la Corte que discutirá el tema de la eliminación de la prisión preventiva, la famosa vinculación a proceso con sus medidas cautelares que comprometen las garantías que debe tener todo ciudadano al que se le imputen delitos que están en tesitura apenas de tratar de ser probados.