Indicador Político
La crisis en Nuevo León acredita que los gobernantes se sienten más grandes y más poderosos que las constituciones que juraron guardar y proteger en sus tomas de posesión.
Y no es que México fuera un país en el que se viviera una democracia plena y un estado de derecho impoluto, pero estos últimos cinco años nos recuerdan a un pasado en el que no sólo se desacataba la ley sino que las elecciones las controlaban gobernadores que se negaban a entregar el triunfo a sus opositores.
En el 2000, para nadie es secreto que Ernesto Zedillo tuvo que tomar la iniciativa de salir a declarar ganador a Vicente Fox porque Francisco Labastida no estaba dispuesto a hacerlo mientras un grupúsculo de gobernadores tricolores instaban ponerse de acuerdo para desconocer los resultados electorales que reconocían la derrota del PRI y el triunfo del PAN.
Desde hace cinco años, esos nubarrones del pasado han tomado más oscuridad por las consecutivas violaciones a la ley, a la constitución y se ha llegado al extremo de decir que “no me vengan a mi con que la ley es la ley”, dijo el presidente López Obrador, acostumbrado desde su juventud a ver cómo en el país se imponía la decisión presidencial sin dar cuentas, sin dar explicaciones: lo hacía porque se podía y no había órganos autónomos que lo fiscalizaran y se lo impidieran.
Émulo de López Obrador, su candidato en Movimiento Ciudadano, Samuel García, decidió que él podía dejar a quien se le antojara en el cargo para irse de candidato presidencial y su líder, Dante Delgado, en entrevistas justificó esa potestad manipulando, argumentando y diciendo que legalmente tendría que ser un militante de MC porque ellos habían ganado la gubernatura, sin que haya en la legislación una ley que avale el dicho del líder de MC.
A las 23:30 horas del viernes, mediante una comunicación fulminante, la Suprema corte determinó que el Congreso es el único facultado para definir quien será el interino después de que Samuel intentó dejar a su secretario de Gobierno y para ello recurrió a varias chicanadas.
El Congreso no le negó la licencia a Samuel, se le concedió, pero él no estaba facultado legalmente para decidir quien sería su sustituto en el cargo por el tiempo que solicitaba de licencia, como le aclaró la corte.
Samuel no gobernaba Nuevo León: no tenía acuerdo con los alcaldes de oposición que se quejaban de retenciones de sus participaciones, no se ponía de acuerdo con los diputados a los que dijo les negó el dinero y las posiciones que pedían y habían 30 modificaciones legales aprobadas por el Congreso que se negaba a publicar porque modificaban no sólo las facultades del gobernador en temas de impuestos y de seguridad además de administración.
En el Congreso hay 42 diputados 14 del PAN, 14 del PRI, ocho de MC no tiene mayoría y sólo tiene diputados de representación proporcional uno de Morena, uno del Partido Verde y uno de un partido local. En total 26 por mayoría relativa y 16 de representación proporcional.
En síntesis, el gobernador que presume tres doctorados en leyes mantiene a Nuevo León en un impasse jurídico precisamente porque se niega ha solicitar al Congreso reintegrarse al cargo para anular así la licencia que se le concedió y con ello anular la elección del diputado interino validado por la Corte.
Samuel acreditó que no sabe gobernar: no tiene mayoría en el Congreso, no atiende ni acuerda con los diputados, ni con los alcaldes de oposición y no entiende que la ciudadanía le dio la gubernatura pero no el Congreso precisamente por su juventud y los peligros que conllevaría darle todo el poder. Ese temor, que el declaró infundado, hoy lo ratificó como una realidad no sólo por su incapacidad para llegar a acuerdos sino por la vena autoritaria y ofensiva que en este trance ha acreditado.
¿Por qué se lanzó a la candidatura presidencial Samuel?, ¿por qué no construyó alternativas?, ¿Dante Delgado fue su mentor y no lo orientó bien?, ¿Dante acordó con López Obrador hacerle el trabajo sucio y Samuel fue el instrumento?, ¿Dante no entendió el entramado legal y político que necesitaban construir para hacer candidato a Samuel?, ¿la derrota política y jurídica acabará a MC?, ¿a quien irán los votos de MC luego de este penoso asunto?
Dante construyó una campaña para su partido hablando de la vieja política y hoy todos en su partido y en su dirigencia acreditaron que la vieja política se practica aún en jóvenes políticos. Veremos…