Indicador Político
El mejor sistema de salud del mundo permitió que una niña muriera aplastada por un elevador en una clínica del IMSS, que más de una madre pariera en la sala de espera de Centros de Salud y otras en la banqueta porque les negaron la atención o esperaban les llegara su turno o el anciano que falleció esperando por su diálisis o la operación que necesitaba o su medicamento para tratar su cáncer, y los empleados de Pemex que fueron inoculados con medicamentos contaminados.
Nada de los cerca de 200 mil muertos por la violencia que campea en todo el país como parte de ese “pacto” que se hizo con quienes, si valen sus derechos humanos, pero le cancelan los suyos a los que matan, desaparecen o fuerzan para integrarse a ellos a cambio de permitirles vivir.
Tampoco hubo espacio para condolerse con los familiares de los 300 mil fallecidos por la pésima atención a quienes se infectaron por Covid 19, dónde México destacó por su alta mortalidad, una de las peores del mundo, que incluyó a médicos y enfermeras que lidiaron con el mal sin protección suficiente.
El país descrito por el presidente es un país que, si no lo quieres ver es porque eres opositor al régimen -no importa lo que vivas-, al menos eso pareció cuando los cientos de morenistas aglomerados en la plaza principal aplaudieron a quien logró convencerlos de que sólo su gestión volteo a verlos gracias a López Obrador que sólo hizo algo que sucede desde el siglo pasado, pero estaba prohibido hacerlo en nombre del presidente y su partido político.
La realidad del país que López entregará contrasta con sus afirmaciones, pero no puede compararse porque los medios independientes palidecen ante la enorme cantidad de “periodistas independientes” que inundan con su” realidad alternativa” las redes sociales, los periódicos que viven de la “pauta” del gobierno por sus convenios y de quienes tienen concesiones de radio y teve que podrían perderlas por ser “demasiado” independientes en sus transmisiones.
El México que López Obrador ve es uno que está fuera de las relaciones internacionales, fuera de la “injerencia” del “imperio yanqui”, aunque en los hechos tengamos un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá legislado y avalado por los congresos de los tres países que pretendían, como parte de ese acuerdo, que fueran lo menos diferentes y para ello se legisló y modificaron sus constituciones en búsqueda de un trato igualitario.
Sobre de todo de México que era un país de partido hegemónico, alejado de la democracia y con el peso de un presidencialismo que tenía empresarios cómodos y otros que se plegaban a sus condiciones.
Los empresarios, dice el tratado, deben de competir en igualdad de condiciones y el gobierno mexicano no debe de privilegiar a sus empresas que deberán aceptar paulatinamente leyes que impidan tratos preferenciales y prácticas desleales, así como privilegios del gobierno. Es decir, competir en igualdad de circunstancias y dejar de ser monopolios.
Andrés Manuel fracasó en cumplir su promesa de un México más igualitario y al no poder cumplir porque integró un gobierno mediocre en el que él sabía de todo y nadie podía opinar para llevarle la contra, decidió convertirse en un autócrata que lo mismo defenestraba a los medios que utilizó para llegar que mentía mientras el país eliminaba instituciones que limitaban su poder.
López Obrador fracasó en construir un mejor país, logró que retrocediéramos medio siglo al país donde las universidades salieron a la calle y los jueces y magistrados hacen manifestaciones para que ellos, los que aplican la ley, no sean víctimas de una reforma judicial que violenta no sólo los derechos humanos de todos sus trabajadores y sus derechos laborales, sino le falta al respeto a la Constitución que juró procurar y guardar.
La destrucción de la democracia ha sido paulatina: colonizó los órganos independientes que le era adversos, torció la ley a su favor, cometió fraudes con los fondos públicos que usó para comprar votos y no satisfecho sobornó a magistrados electorales dándoles privilegios de permanencia mientras a todos los demás pretende sacarlos porque los considera traidores al aplicar la ley con imparcialidad y justicia, no como a él le gustaría.
Su triunfo hoy es su peor derrota que, por desgracia, acredita que México tiene el gobierno que merece, aunque nos pese…