
Itinerario Político
La nota pasó desapercibida. No muchos medios le dieron importancia quizá porque no son (?) estados dependientes de Pemex o de CFE -eso creen-, pero en los hechos autorizaron a las empresas públicas del estado mexicano a robarle a quienes les hacen obras o les dan servicios. Todo en el gobierno de todos, incluido en las leyes secundarias de las modificaciones legales a la industria petrolera y eléctrica.
Mientras la 4T y el gobierno de Andrés Manuel saquearon Pemex y CFE, ahora la presidenta envió al congreso leyes secundarias que le dan la puntilla a quienes, de buena fe, trabajaron y ganaron concursos u obtuvieron contratos para las empresas petrolera y eléctrica.
El fracaso de quien la antecedió lo pagará quien fue elegida por él para sustituirlo y, claro, para cubrirle la espalda. Y el que quebró a PEMEX hoy lo hacen director del Infonavit, con justificaciones, aunque ud. no lo crea, de corrupción.
Decía la abuela que nadie puede engañar a todos todo el tiempo y eso pareciera estar sucediendo con los gobiernos de Morena: el saqueo no puede ocultarse y, con todo el poder entregado en las urnas -fraude, alegan algunos-, no habrá quien detenga a quienes se dijeron distintos a la clase política que prevaleció en el país hasta 2018 y que hoy se aprestan a desaparecer, también por decreto, quitándole a los legisladores y alcaldes la posibilidad de la reelección, además de los plurinominales que también están en riesgo y con ello que las minorías se queden sin representación formal. Los demócratas, dicen, no quieren competencia y se reservan para ellos el derecho de definir quien será legislador o alcalde sin importar mucho que diga el elector.
Sin embargo, los datos del saqueo y del fracaso del sexenio empiezan a salir como pus de la herida.
La verdad, hay cosas muy extrañas en el reporte de las finanzas públicas al mes de Diciembre, y algunas de ellas son bastante difíciles de creer, se lee en un texto de Marco Pérez en El Financiero de principios de febrero, dice:
Para muestra, les comento que en el último mes del año pasado, se reporta un déficit financiero tamaño caguama, de $618.6 miles de millones de pesos, casi 2 por ciento del PIB en tan solo un mes, y 112 por ciento superior al registrado en diciembre del año pasado, sin embargo, lo que llama más la atención, es que se pagó sin contratar un peso de deuda!! la que incluso se redujo en $18.3 miles de millones de pesos!!
¿Y de dónde sacaron $636.9 miles de millones de pesos para pagar el déficit y reducir la deuda bruta? Bueno, pues en los informes al Congreso reportan que las disponibilidades de dinero en la Tesorería de la Federación (Tesofe) y en las tesorerías de Pemex y de CFE, disminuyeron en $441.9 miles de millones de pesos, por lo que como Jesús, multiplicaron los panes, o de plano, les fallaron las cuentas y no las supieron cuadrar bien.
Ya se está volviendo (mala) costumbre, que los datos que proporciona la Secretaría de Hacienda, ni checan, ni cuadran, y no sabemos la realidad de los quebrantos ni de los destinos de los recursos que se reciben vía deuda pública.
El mega déficit reportado en el mes de diciembre, se originó, como es de esperarse, por un cuantioso gasto, muy superior a los ingresos propios, que en el caso del gasto programable del sector público presupuestal, aumentó en un 24 por ciento con respecto a lo erogado en diciembre de 2023, a pesar de que se nos dijo que los “excesos” del gasto del sexenio pasado ya habían terminado, cosa que los datos desmienten.
Incursionando en partidas específicas, por ejemplo, Hacienda reporta que el pago de “Pensiones y Jubilaciones” aumentó en el mes de diciembre en un 34 por ciento!! comparado contra lo erogado en el mismo mes del año anterior, dato sin duda difícil de creer, ya que ni el número de pensionados, ni el moto de las pensiones, pudieron aumentar 34 por ciento en diciembre pasado.
En materia del gasto no programable, en una nota pasada ya había comentado que los intereses de la deuda interna que reporta Hacienda, para el caso de Pemex, aparecen con signo negativo!! situación que se mantiene para el cierre del año 2024, donde se reporta que los intereses de la deuda interna de Pemex fueron negativos en $34.6 miles de millones de pesos, como si recibieran ingresos financieros en mayor cuantía a los intereses que genera su deuda, por lo que la credibilidad de los reportes que presenta Hacienda, es prácticamente nula, y de hecho ocupan mejores alquimistas.
Por otro lado, en materia de ingresos petroleros, Hacienda reporta que en 2024, tanto los percibidos por el Gobierno Federal, como los de la propia Pemex, decrecieron 15.1 por ciento en términos reales el año pasado, cuando el precio del barril de crudo contemplado en el presupuesto fue de $57.6 dólares por barril, pero fue de $70.7 dólares, es decir, fue 23 por ciento superior, además el tipo de cambio presupuestado también fue superado en más de 5%, lo que en conjunto debió operar para obtener más ingresos petroleros por cerca de un 28 por ciento, y no menos, por lo que las cifras reportadas simplemente no son consistentes con lo observado.
Si el precio del barril es superior a lo programado, y el tipo de cambio también, la base para el pago del derecho de utilidad compartida también aumenta, ingreso que es participable a los Estados, sin embargo, los ingresos que mandó el Fondo Mexicano del Petróleo al Gobierno Federal fueron 43.1 por ciento inferiores a los programados, afectando también la recaudación participable y las participaciones pagadas a los Estados, sin que a la fecha haya habido algún reclamo de alguna entidad federativa.
Atisbando las proyecciones para este año 2025, sin rubor alguno, plantean que en el caso del balance presupuestario primario, el cual reportó un déficit primario que alcanzó los $512.8 miles de millones de pesos el año pasado, aumento descomunal de 13.7 veces, si se le compara con el déficit de $37.5 miles de millones de pesos reportado en 2023, se aventuran a proyectar que para este año, se tendrá un superávit por unos $217.8 miles de millones de pesos, es decir, habrá una corrección de $730.6 miles de millones de pesos!!
Ni aplicando la totalidad de los mayores ingresos presupuestarios proyectados, por $561.8 miles de millones de pesos, a mejorar el balance primario, omitiendo incluso que el gasto primario va a aumentar, se alcanzaría esa meta, lo que pone de manifiesto los números están hechos sobre las rodillas, y son más bien buenos deseos.
Finalmente, la ligera mejoría de dos decimales, en el cociente del déficit financiero a PIB, el cual bajan de 5.9 a 5.7 por ciento, lo obtienen al aplicar el PIB estimado por la propia Secretaría de Hacienda, y NO el oficial que genera el INEGI, y bueno, cualquier pellizco es bueno para ellos.
Sin duda, la cereza en el pastel, es que siguen calificando de “sólidas” a las finanzas públicas, y así quieren convencer a las calificadoras de que no le quiten el grado de inversión a la deuda soberana.
Veremos cómo evolucionan las finanzas públicas en este 2025 (fin de la cita).
Pero se siguen negando a creer que el saqueo a las arcas públicas fue brutal, y que quien lo sustituye en el cargo no hará nada porque es cómplice y beneficiaria. Al tiempo…