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Nueva realidad, nuevas prácticas
Tareas de CSP sin AMLO: economía y Casa Blanca
Por más esfuerzos propios que hace, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo está llegando al punto en el que tiene que redefinir su propio proyecto de gobierno y desde luego su propio legado; pero en lugar de utilizar la experiencia del lopezobradorismo, el enfoque de Estado de la mandataria está chocando con políticas y estratégicas heredadas en cajones con candado.
Dos datos pueden ilustrar el escaso margen de maniobra de la presidenta Sheinbaum: la decisión del secretario de Estado restringir vistas a quienes están contratando, entre otras especialidades, a médicos cubanos y la iniciativa para impedir desde el 2027 el nepotismo político de las familias del poder morenista. López Obrador convirtió en política de Estado la contratación de médicos cubanos más para ayudar a La Habana que por necesidad mexicana y los beneficiarios del despotismo son parte del primer círculo del expresidente.
Y es la larga lista de expedientes sellados que podrían formar parte del legado de López Obrador le están impidiendo margen de maniobra a una presidenta que careció de escalafón en la alta burocracia, que no tuvo el entrenamiento al interior del gabinete presidencial por muy no-gabinete que fue y que llegó con un proyecto de continuidad garantizada.
El problema no radica en el encadenamiento de gobiernos seccionales como parte de un grupo, sino en que los estilos de gobierno están determinados por las características del titular de la institución presidencial y su forma de entender la realidad y sus desafíos, además de que las circunstancias de la coyuntura son diferentes entre un presidente y otro. La presidenta Sheinbaum aparece encadenada no solo al proyecto de Gobierno de la 4T –lo que sería el menor de los problemas–, sino que se le está tratando de imponer decisiones como sí López Obrador estuviera en la titularidad de la Presidencia. La posposición de la ley antinepotismo debe ser interpretada como el primer gran fracaso de autonomía relativa de la presidenta Sheinbaum.
No se tiene claro el modelo económico de la presidenta Sheinbaum en la fase de coyuntura y solo se conocen los objetivos de larguísimo plazo del Plan México que necesitarán cuando menos tres sexenios para consolidarse. Pero los secretarios de Hacienda, Economía y Relaciones Exteriores estarán respondiendo a la crisis con EU más al modelo de enfoque del problema que tenía López Obrador y no se tiene claridad en el discurso propio la presidenta Sheinbaum.
Lo mismo ocurre con la estrategia de seguridad. Los enfoques prácticos del secretario Omar García Harfuch Quieren ir más allá del modelo de “abrazos, no balazos” del Gobierno lopezobradorista porque durante seis años se permitió la consolidación de estructuras criminales en partes territoriales de la soberanía del Estado, sus instituciones locales y sus tres niveles de gobierno.
En círculos más o menos cercanos a Palacio Nacional se tiene la percepción de que la presidenta Sheinbaum pudiera tener decisiones más pragmáticas sobre conflictos que están en la agenda de negociaciones con Estados Unidos, como el de los apoyos políticos a cárteles del narcotráfico, y en términos concretos se ha llegado a decir que si por la presidenta fuera entonces desde cuándo el gobernador Rubén Rocha Díaz hubiera sido desplazado del poder para reorganizar una nueva y más eficaz estrategia para liquidar al Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán, del Mayo Zambada, de los chapitos, de los mayitos y de todas las estructuras de liderazgo delictivo que siguen teniendo protección estatal.
La decisión del martes en la noche del secretario estadounidense de Estado, Marco Rubio, de anunciar castigos en visas a quienes apoyen la contratación de mano de obra cubana como apoyo político al régimen dictatorial de Raúl Castro en La Habana tocará uno de los puntos más sensibles de la política que más defendió López Obrador: la contratación de médicos cubanos no tanto por falta de recursos especializados en México, sino como una decisión política de apoyo al colapso económico del régimen cubano. De aplicarse el decreto, el presidente López Obrador, el secretario de Hacienda y los directores del Seguro Social y del ISSSTE tendrán restricciones de visa para viajar a Estados Unidos por son los responsables de la contratación de ese personal cubano.
La presidenta Sheinbaum tendrá más temprano que tarde que definir su propio estilo de gobierno ante Estados Unidos.
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Política para dummies: la política es personal, a pesar de ser pública.
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