Claroscuro
¡Sí PAN, PRI y MORENA tiran a México Libre!
La siguiente parece una novela de terror.
No lo es. En realidad se trata de otro ejemplo, acaso de los más visibles, de la “realpolitik”.
¿Por qué?
Porque contra lo que muchos suponen y lo que otros creen, el registro del Partido México Libre no sólo fue bloqueado por el partido oficial, Morena y por su dueño, el presidente Obrador, sino por el PAN y el PRI.
¿Tiraron a México libre el PAN, PRI y Morena?
Sí, en realidad se trató de un grosero “complot” orquestado por los jefes de los tres partidos, los cuales movieron sus alfiles, a sus incondicionales y, sobre todo, prometieron jugosos “futuros políticos” a algunos “judas”, como Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama.
Pero vamos por partes.
En rigor, la decisión mayoritaria del Consejo General del INE –al negar el registro como partido a México Libre–, fue sorpresa sólo para los ingenuos.
Si hacemos memoria recordaremos que aquí –y en otros espacios de opinión–, siempre dijimos que los consejeros, los nuevos y los viejos, debían pasar la prueba del ácido para refrendar la confianza ciudadana.
¿Y cual era esa prueba?
Poca cosa, el peso del Estado todo, especialmente el peso del poder presidencial; un poder autoritario, vengativo y capaz de las mayores venganzas posibles.
Por ejemplo, apenas el pasado 10 de agosto, la columna Al Tiempo –exclusiva para Contrapeso Ciudadano–, concluyó de la siguiente manera el análisis sobre “la rebatinga” por los nuevos consejeros del INE.
Así lo dijimos: “Queda claro que el INE no es autónomo, que fue infiltrado por el presidente Obrador y que desde Palacio se prepara el fraude electoral del 2021”.
Antes, el 22 de julio –en otra entrega de Al Tiempo–, habíamos dicho que con la nueva composición del INE “habrá seis consejeros lopistas que estarán dispuestos a cumplir lo que diga y mande “el patrón””.
Hoy, luego del grosero manotazo autoritario de siete consejeros que le negaron el registro al partido de Margarita Zavala y de Felipe Calderón, queda claro no solo que el INE está muerto sino que los siete lopistas metidos en sus Consejo General, acabaron con la confianza y la credibilidad ciudadana en lo que era la última institución confiable de la democracia electoral.
¿Pero quienes hicieron la trampa para boicotear a México Libre?
Primero debemos analizar el caso de los consejeros de mayor antigüedad y que se decían reputados; Lorenzo Córdoba, el presidente del INE a quien Morena intentó tirar, y el académico Ciro Murayama, hasta el pasado viernes severo crítico de las trampas de Morena.
En esos dos casos la “zanahoria” fue la venta de “futuros políticos”.
¿Y eso qué significa?
Que el miedo juega un papel determinante en las decisiones de Estado. Es decir, el garrote y/o la zanahoria. Si chocan contra los deseos del tirano López, no tendrán futuro. Si complacen al tirano, el futuro será luminoso.
El tiempo hablará y colocará a Córdoba y a Murayama en el Edén de los premiados, esa basura de la historia al que Obrador manda a los lacayos.
Pero existe otras joyas que pocos conocen. Resulta que la concejera Adriana Fabela llegó al INE gracias a los buenos oficios del PRI. Durante el “priato” siempre votó todo lo que el PRI propuso.
Sin embargo, a la llegada de Morena, empezó el coqueteo de Olga Sánchez Cordero y de Rocío Nahle, quienes la acercaron a los intereses de Morena, sin dejar totalmente al PRI.
El pasado viernes, la consejera Fabela recibió la amable solicitud de sus amigos del PRI y de Morena, para votar contra México Libre.
Y sí, Adriana Fabela le sirvió al PRI y a Morena. Y es que, con su voto en el caso de México Libre, pagó la factura de la llegada de otra mujer al poder; Dulce María Sauri, a la presidencia de la Cámara de Diputados; maniobra que se llevó a cabo desde Palacio.
Sí, la mancuerna “PRIMor” hizo lo suyo contra México Libre.
Pero hay más. En 2007, cuando salió del INE Javier Santiago, el PAN de Marko Cortés propuso a Carla Humphrey para el Consejo General del INE. Sin embargo, de última hora, el jefe del PAN cambió de carta y empujó a Jaime Rivera, quien quedó como nuevo Consejero.
¿Pero qué creen?
Resulta que Marko Cortés y Jaime Rivera no sólo son viejos amigos, sino socios en una empresa demoscópica y de consultoría electoral en Michoacán. Y claro, le hizo el favor a su amigo y socio para vengarse de Felipe Calderón y Margarita Zavala.
Es decir, el PAN también metió la mano contra México Libre.
Y es que, además de Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama –quienes se vendieron a Morena y al gobierno de AMLO–, votaron contra México Libre la filopriísta Adriana Fabela, el filopanista Jaime Rivera y… si, la también filopanista Carla Humphrey.
Sí, en el fondo, México Libre fue víctima de un complot orquestado por esa perversión política que unificó al PAN, al PRI y a Morena.
Así o más claro que López Obrador ya domesticó a la oposición.
Al tiempo.