Indicador Político
¡AMLO, EL BUFÓN DEL MUNDO!
Las evidencias aparecen todos los días en la prensa global.
Y es que, en efecto, en los últimos 32 meses, el presidente mexicano se ha convertido en lo más parecido al “bufón del mundo”.
Pero la percepción de que López Obrador es “el hazmerreír” entre los presidentes del orbe no es aislada y menos casual.
En realidad se ha convertido en una tendencia que ha crecido, día a día, a lo largo de los primeros 32 meses de la gestión de AMLO.
Y tienen dudas, “la última carcajada” –no de la cumbancha sino del mundo–, se puede leer en el reputado The Economist, que presenta un editorial demoledor –por su potente carga satírica–, sobre la “chabacana” consulta dizque para enjuiciar a los expresidentes mexicanos.
El reputado diario inglés –especializado en economía global–, de nuevo satiriza al presidente mexicano y ahora revela su preocupación por la pulsión de López por engañar a los ciudadanos con una consulta –el 1 de agosto–, que en realidad no servirá para sancionar a los expresidentes.
Dice The Economist que tal plebiscito es, en realidad, uno más de los engaños de López Obrador y que la pregunta formulada “es muestra del cantinflesco” gobierno de México.
Sí, el diario británico compara al gobierno de López Obrador con Cantinflas, el más grande comediante mexicano que alcanzó popularidad por hablar mucho sin decir nada.
Y juzgue usted si no es una pregunta cantinflesca la que preparó la Suprema Corte, a pesar de que la ley y la aplicación de la justicia no se consultan, sino que se aplican y punto.
Dice así la pregunta: “Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado (el proceso) a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”.
Luego de leer y releer la tontería anterior, no hay duda de que le asiste toda la razón a la sátira de The Economist.
¿Por qué?
1.- Porque nadie sabe cuáles son “las acciones pertinentes” a las que se refiere la pregunta.
2.- Porque si se dice que tales acciones se llevarán a cabo “con apego al marco constitucional y legal”, no es necesaria tal consulta.
3.- Porque “las decisiones políticas tomadas en los años pasados” no son motivo de persecución, de acción judicial, en tanto no exista una denuncia de hechos.
4.- Porque no se establece cuáles son “las decisiones políticas” y tampoco a cuáles “actores políticos se refiere”.
Nunca se habla de expresidentes, ex secretarios de Estado, ex líderes de partidos, exlegisladores, ex gobernadores, ex alcaldes…
5.- Y, por último, porque resulta ridículo –cantinflesco y de risa loca–, que primero se pretende sancionar una falta, de quién sabe qué actores políticos y, luego, se buscarán “las posibles víctimas”.
Si, López Obrador impulsa una “consulta cantinflesca”.
Y es que el propio presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, le dijo al diario El País, que esa consulta no es para sancionar a los expresidentes, al tiempo que el INE, a través de sus consejeros ha reiterado, una y otra vez que tal referéndum no es más que un ejercicio “engañabobos”.
Y, claro, ya aparecieron algunos de esos “bobos”, como el otrora “Subcomandante zapatista Marcos”, hoy “Galeano”, quien anunció que el zapatismo chiapaneco sí participará en la consulta.
Pero el escándalo mundial por la simulada consulta es apenas una muestra de que le mundo ve al presidente mexicano como el hazmerreír.
Días antes, AMLO volvió al tema de su exigencia de “perdón” de España a México por la Conquista.
Y por supuesto que, de nuevo cuenta, Obrador fue motivo de mordaces burlas en muchos medios españoles y entre intelectuales y opinadores ibéricos.
También resultó de risa loca, en buena parte de la prensa latina en Estados Unidos, la postura de López Obrador sobre la crisis social que estalló en Cuba hace 15 días.
Y es que ignorantes de la realidad que vive la sociedad cubana –y de la revolución generacional que vive la isla–, el mandatario mexicano y su canciller respondieron con el cuento de que la crisis era producto “del bloqueo” ordenado por Estados Unidos; una retórica que no se sostiene por ningún lado.
Meses antes, “la carcajada” había salido de los parlamentos Sueco y Danés, luego que López prometiera que el sistema de salud mexicano sería “como el de Suecia o Dinamarca”.
Pero tampoco ahí terminan las carcajadas.