Indicador Político
Gabriela Mistral en el México de Vasconcelos y el actual, con Delfina
A la opinión misógina del presidente de Chile en 1922, sobre limitaciones de Gabriela Mistral, José Vasconcelos le respondió; “Tengo en México lo mejor de Chile”; él mismo, Secretario de Educación, la había invitado. La premio Nobel 1945, gran poeta, como contradicción siempre fue instalada con cierto menosprecio en su tierra, como maestra rural. En efecto, también lo era y de muchos años, de lo que se enorgullecía, pero tuvo grandes aportes a la educación que los gobiernos chilenos fueron soslayando y que en la época pinochetista nunca los mencionaron. Sus biógrafos y analistas han propuesto reivindicar esos aportes de Gabriela, sobre todo de la época de casi tres años que estuvo en México ( 1922 – 924). El nombramiento de Delfina Gómez Álvarez, como nueva Secretaria de Educación, de inmediato provocó en ciertos sectores reacciones similares a las del oficialismo chileno, cuando en realidad se trata de una mujer altamente preparada, con credenciales de profesión y oficio en el sector educativo, que pocos secretarios que la antecedieron, tienen. De hecho algunos de esos funcionarios fueron enroques o presuntos hombres orquesta que el sistema priísta utilizaba de acuerdo a sus necesidades. Imagínense a un ex secretario de Hacienda en funciones de aprendiz de canciller como Luis Videgaray, funciones que en su momento y en las mismas condiciones ejerció José Ángel Gurría.
MUNÍCIPE DE TEXCOCO OCUPÓ LA SILLA DONDE SE SENTÓ NEZAHUALCÓYOTL
Diputada, senadora, fue cuando dejó la presidencia municipal de Texcoco, que Delfina Gómez Álvarez compitió por la gubernatura del Estado de México. Pese a la situación desigual porque gobernaba al país un integrante del entonces poderoso grupo Atlacomulco, las encuestas siempre dejaron margen por la texcocana. El gobierno de Enrique Peña Nieto invirtió recursos federales a la vista de todos, con envíos de secretarios de estado a la campaña, situación que no fue parada por los órganos electorales. Alegaban que la ley no lo impedía. La propia elección fue calificada por esos funcionarios electorales cercanos al grupo dominante; Delfina quedó en segundo lugar. Su llegada abre una nueva época para la Secretaría de Educación, por primera vez ocupada por una mujer, profesora de primaria. Anteriormente hubo una subsecretaria con Alba Martínez Olivé, destacada educadora, hija de Arnoldo Martínez Verdugo, legendario dirigente del Partido Comunista Mexicano. La nominación de Delfina puede ser parte del equilibrio de género, pero ninguna de las mujeres electas en puestos importantes lo ha sido por dádivas. Está detrás de todas ellas una carrera ejercida y un dominio de la materia con la que van a trabajar.
GABRIELA MISTRAL POR UNA EDUCACIÓN DEMOCRÁTICA Y NO DISCRIMINATORIA
Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcaya, como realmente se llamó Gabriela Mistral, nació en 1889 y murió en 1957. El próximo 10 de enero se cumplirán 64 años de su partida. De acuerdo a Diego del Pozo especialista en su obra, su formación estaba fincada en grandes teóricos como Rousseau y se apegaba mucho a Rabindranath Tagore otro premio Nobel y a Leon Tolstoi. Existen editados en el mundo, entre 300 o 400 textos de ella sobre el sistema educativo, que es importante que se conozcan. En ellos prevalece su búsqueda de una educación igualitaria para todos, sin discriminación y democrática. En su presencia en México, para participar, como dijo Vasconcelos, en la reforma educativa que éste desarrolló, se cuentan en su haber la elaboración de libros, la creación de misiones culturales, campañas de alfabetización y la aplicación de las escuelas al aire libre que ya había creado en Chile y que eran necesarias ante la falta de locales suficientes. Dicen sus analistas, que no se ha dado a conocer como “pensadora, militante y gestora de una educación pública democrática”. Entre sus muchos libros de poesía se encuentran Desolación, Ternura, Locas mujeres, Sonetos de la muerte, Tala. En algunos de ellos se manifiesta la permanente tristeza por la muerte de su hijo a los 18 años y de su madre. El libro Tala tiene muchos significados y para algunos es una corriente filosófica en la que ella participó, pero en esencia se refiere a la tala de árboles, del arrase que se ha hecho de la naturaleza, del ser humano y de la forma como ésto se manifiesta en América. Se compone de varios capítulos con poemas definidos a una causa. He seleccionado cuatro cuartetos entresacados de los nueve que tiene el poema dedicado a un:
NIÑO MEXICANO
Estoy en donde no estoy
en el Anáhuac plateado
y en su luz como no hay otra,
peino un niño con mis manos.
En mis rodillas parece
flecha caída del arco
y como flecha lo afilo
meciéndolo y canturreando.
Resinas de pino-ocote,
van de su nuca a mis brazos
Y es pesado y es ligero
de ser la flecha sin arco.
Hace doce años dejé
a mi niño mexicano,
pero despierta y dormida
yo lo peino con mis manos.