Sin mucho ruido
A VOTAR! Cambios en México…y ¡en el Vaticano!
Cambios se avizoran en México tras los próximos comicios y todos pueden ser positivos, para la gran ciudadanía. Las encuestas advierten del control de la cámara por Morena, pese a la incisiva información de la derecha, que propaga un fracaso. Por otra parte, la noticia de que el Papa Francisco lanza la penalización, finalmente, contra la pederastia, dio la vuelta al mundo e hizo respirar a muchos. Pero hay una falla de origen, fundamental, que no se contempla en esa decisión: la permanencia del celibato. Los argumentos vaticanos, muy terrestres, se lanzan contra los apetitos enfermizos de sus sacerdotes y laicos cercanos, que conducen a graves delitos, pero parte del origen de esa situación, que atenta contra las leyes de la naturaleza, no se tocan. La decisión que en el fondo tiene mucho que ver con la intervención de autoridades romanas y de otros países, en la penalización de pederastas eclesiales, pretende reducir al ámbito del único estado religioso, esas sanciones. Lo señalan incluso en sus informaciones. Los escándalos mundiales de violaciones de menores, sobre todo en seminarios, de monjas y de adultos, obligó al jefe del papado a tomar esa decisión y reformar el Código de Derecho Canónico que había sido modernizado en 1983, pero sin cambiar la obligación del celibato, por Juan Pablo II. La penalización se extenderá a la agresión en contra de adultos
EL CELIBATO CATÓLICO, ¿ LEY CONTRA NATURA O MISOGISMO?
Los orígenes del celibato católico impuesto como reglamento en la iglesia católica, tiene origen en las posturas del que consideran su Mesías, Jesús de Nazareth, personaje que según la historia del cristianismo, guardaba la castidad de su persona. La imposición de esa obligación a personas ligadas directamente a la iglesia católica, desde humildes curas, hasta elegantes purpurados, se origina en los Concilios de Letrán de 1123 y 1139, que impusieron la castidad a los clérigos, con la prohibición de casarse y no tener relaciones con concubinas. La restricción no ha sido eficaz si se conocen las violaciones de monjas, los fetos encontrados en los conventos y el caso de la pederastia que siempre existió pero ahora se exhibe como un crimen que ha destruido muchas vidas. El celibato no es un dogma ha dicho el mismo papa Francisco, es un reglamento. El primero no puede modificarse, el segundo si. Tal vez los cambios que se anuncian en torno al código canónico sobre las agresiones sexuales de los que deberían de ser maestros del ejemplo, sea un prolegómeno para cancelación de esa imposición que conspira contra natura.
EL HOMBRE DE NEGRO Y LA LITERATURA, COMO GRAN DENUNCIANTE
Ya hemos mencionado en otras ocasiones al gran escritor William Wilkie Collins, considerado como el verdadero creador de la novela policial, origen que se le adjudica a Edgar Allan Poe. En el libro El hombre de negro (Ediciones bronce 1998) hace una profunda crítica a la iglesia católica y la presión que ejerce con triquiñuelas, para recuperar grandes extensiones al someter a creyentes. En esa obra, Collins critica el celibato que por los años setenta del siglo XIX era motivo de rechazos y aversiones de los propios sacerdotes. En épocas modernas se observa lo mismo con los curas casados con hijos que abundan en Europa. Las obras de Collins, las más famosas como la Piedra Lunar y La dama de blanco, cubren todas las referencias del género, en una etapa de Inglaterra en la que predominaba el genio conservador de Charles Dichens. Las posturas de Collins, critico de instituciones, lo colocaban como un defensor social, pero pagó cara su larga trayectoria de escritor, con la acechanza conservadora que pretendió anular su genio. En obras finales, en los últimos años de su vida, el público se mostraba reacio, por su insistencia en esa crítica. Pese a ello escribió 27 novelas, 60 relatos y más de un centenar de obras y artículos de no ficción. La dama de blanco ha sido una de las más representadas y llevadas al cine en su país y en otros países. La última representación en opereta, fue en Londres en el 2005, puesta en escena por el controvertido Andrew Lloyd Weber. De acuerdo a biógrafos, otra gran escritora inglesa Dorothy L. Sayers, decía que La piedra Lunar de las preferidas de Borges, ha sido la mejor novela “jamás escrita”. Collins murió en 1889.