Indicador Político
La 4T y su existencia comprobada en la negación
De primaria es decir que si se habla de algo que no existe, es que existe. El secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales Víctor Manuel Toledo, le falla al negar la existencia del principal proyecto de este régimen, la 4T. No lo dijo en forma comedida, además, sino a través de un video que fue como pan caliente para la oposición. AMLO respondió que hay diferencias de criterios, pero que el que decide finalmente es él. Las contradicciones que le atribuye a esa creación el académico Toledo, fueron respondidas desde afuera con una avalancha de comentarios que niegan y al mismo tiempo afirman, su existencia. Nadie es perfecto en este mundo, dice el dicho, pero la sabiduría popular, de la que surgen las grandes corrientes filosóficas, por lo pronto ratifica la existencia de un mundo imperfecto que pese a ello, aunque parezca tautológico, existe. En los meses que lleva en marcha la 4T ha habido de todo, más de parte de un grupito que insiste únicamente en lo que consideran desarreglado. En un artículo publicado el pasado 5 de mayo por el diplomático Maximiliano Reyes, al mencionar las tres referencias que conducen a la 4T, la Independencia, la Reforma y la Revolución, señala que en ellas con todos sus aportes y vigencia actual en muchos sentidos, estuvo como contraparte la violencia. El actual cambio que propone AMLO y que se enfrenta a obstáculos, tiene, al contrario, la perspectiva de la no violencia. De ahí que Reyes, Subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, señale que la diferencia con aquellos cambios fundamentales que se dieron en el país, sea la regeneración del tejido dañado, como premisa. Es cierto que en el país por la inseguridad y el anterior desarrollo del crimen organizado, se producen diariamente hechos violentos, pero no están vinculados a un proceso que pretende amainar esa consecuencia, con un enfoque diferente
OPOSICIÓN Y FUEGO AMIGO SE DAN EN TODOS LOS GOBIERNOS Y PARTIDOS
No hay gobierno ni partido en el mundo que no padezca exabruptos de todo tipo. A menudo se exhiben, con imágenes y todo, las agarradas de greña entre divergentes. Gabinetes suelen caer en cascada. No hay porqué asombrarse de esas diferencias asumió con tranquilidad el ejecutivo. Hay quienes recalcan que el partido en el poder, Morena, se integra por muchas corrientes que se contraponen y los que convivimos en organismos de muchos senderos, lo hemos padecido. La izquierda es el ejemplo clásico por el afinamiento diverso de sus doctrinas, pero en partidos que se exhibieron unipersonales, como el PRI, había grandes diferencias que se paliaban con la llamada lealtad impuesta. Era una especie de sepulcros blanqueados. Esa presunta virtud se echó al caño en los últimos tiempos con la debacle priísta y muchos ya acarrean otro tipo de aguas a sus molinos. En el PAN y otros partido vemos el desbalague de sus antiguos miembros y en el caso del primero que avaló, pero guarda con silencio cómplice el fraude de Felipe Calderón en 2006, lo ve ahora andar muy girito, aunque asustado por lo de García Luna, en busca de posicionarse en otro partido. Los entres morenistas y las divergencias que se mencionan dentro del gabinete son permanentes y lógicas y las campañas contra funcionarios como las que se lanzaron hace poco contra Irma Sandoval, no cesan. Toledo se refiere en concreto al jefe de la oficina de la presidencia Alfonso Romo, y a los titulares de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural Víctor Villalobos y de Energía Rocio Nahle.
GRAN DAÑO DE MEDIOS, CON PALABRAS LANZADAS AL AZAR: OSCAR WILDE
Centrada en el arte, la obra clásica de ensayos, de Óscar Wilde, El crítico como artista (Colección Austral, Espasa Calpe, S. A. 1968), es en realidad una lección de política, aunque se dedique a escritores, dramaturgos y poetas. Que frase más adecuada puede ser para que se aplique con sus cambios, a los adelantados que critican desde el primero de diciembre de 2019, la eficacia de la 4T: “Y me parece lamentable el que tantos críticos se hayan dedicado a atacar uno de los movimientos más importantes del teatro moderno, antes de haber alcanzado ese movimiento su adecuada perfección”. Dividida en escritos de diversas épocas, del poeta y escritor que fue enviado prácticamente a la muerte después de un largo proceso de persecución y cárcel, la primera parte es una disquisición entre dos personajes, Gilberto y Ernesto, con los que expresa el gran irlandés, sus posturas sobre el arte, los personajes que en él intervienen, las formas desequilibradas de juzgarlos desde los medios y la aleatoria postura respecto a ciertas definiciones. En el capítulo La verdad de las máscaras, del que se reproduce el comentario de arriba, Wilde, quien murió en París en noviembre de 1900 a los 46 años, envía mensajes cuando se introduce en la importancia del traje y los elementos decorativos del teatro. Se hacen parangones con la vida de los que ejercen un poder y las divergencias no sólo físicas de éstos, sino de su posición ideológica. Lo estamos viviendo en lo que hoy aflora que tiene como fondo el medio ambiente. Wilde muestra las diferencias entre los actores, con una simple descripción. Dice: “Algunos de los personajes son gordos, otros delgados, algunos bien erectos, otros gibosos; los unos de tez blanca, los otros de color cetrino y algunos deben de ennegrecerse el rostro…”. Destaca en su capítulo El arte y el artesano: “La locura y la calumnia se salen con la suya, durante algún tiempo, pero durante algún tiempo solamente…Debería haber una ley preceptuando que ningún periódico corriente tenga derecho a hablar de arte. No se podría sobrestimar el daño que esos periódicos causan con sus palabras ridículas y lanzadas al azar…al público, cegándolo frente a todo…” Lo relacionamos con México y su política actual.