Indicador Político
El pasado 20 de enero, juró como presidente de Estados Unidos, por segunda ocasión, Donald Trump. El número 47 de la línea sucesoria presidencial, sustituye al demócrata Joe Biden, quien gobernó los últimos cuatro años sin mayores expectativas en la relación con nuestro país.
Sin embargo, con la llegada de Trump a la Casa Blanca, la relación ha dado un vuelco poniendo a México en un panorama un tanto complejo por varios factores:
Migración: Nuestro país es tránsito obligado de miles de migrantes que se conducen hacia la Unión Americana. En el último periodo, el flujo migratorio se ha incrementado en cifras que van de los 300 a 400 mil migrantes por año. Lo que ocasionó el malestar de ciudadanos norteamericanos y motivó a dar su respaldo al presidente Trump, a partir de propuestas anti migrantes de corte radical.
Seguridad: Los carteles de la droga en los estados del norte de nuestro país han incrementado sus pugnas internas. Ello ha generado un escenario de desconfianza de los norteamericanos en la seguridad interna de México y de su capacidad de poder controlarlo. Ello ha puesto la atención en ciudades donde empresas norteamericanas tienen fuentes de inversión (Sonora, Sinaloa, Guanajuato, Nuevo León). La inestabilidad que genera la delincuencia repercute económicamente la inversión extranjera.
Comercio Internacional: México es el principal país socio comercial de Estados Unidos y anualmente las exportaciones suman más de 144 mil millones de dólares. Nuestro país exporta productos agrícolas diversos y tecnificados como vehículos, refacciones de automóviles, componentes de computadoras, alambres y cables de cobre, instrumental médico, entre otros. La instauración de un impuesto arancelario, representaría el incremento de precios en aquel país, pero también un efecto inflacionario en ambas naciones.
Finalmente, con la llegada del presidente Donald Trump, se abre un nuevo escenario para la re negociación del Tratado de Libre Comercio, el cual ha traído enormes beneficios a México. Sin embargo, también ha significado el cierre de múltiples empresas de auto partes en los estados del norte de Estados Unidos(Michigan, Missouri, Ohio, Kansas), los cuales han sido enfáticos en pedir al gobierno estadounidense impuestos más estrictos a la entrada de vehículos y autopartes mexicanos.
Sin duda, el gobierno de México tiene una gran ventana de oportunidad para fortalecer su relación con Estados Unidos, a partir de una política nueva en temas de Migración, Seguridad y Comercio internacional, la cual de concretarse a la par de las necesidades de nuestro vecinos del norte, puede lograr enormes beneficios internos a nuestro país y conservar una relación comercial exitosa y prospera para la región económica más importante del mundo.