Indicador Político
Que lleguen los desamparados, los olvidados, los proscritos, los enfermos
El primer mandatario anunció, ante la crisis del crucero MSC Meraviglia, que arribó a Cozumel sin autorización para que desembarquen sus pasajeros, que recibirá a todos. Incluso a los enfermos de Coronavirus. Por un tema de humanidad.
Varias veces respondió cuestionamientos sobre este crucero, al que no permitieron llegar a los muelles de Jamaica y Bahamas por un empleado enfermo, con sospecha de coronavirus.
La Naviera ha informado que se trata de un caso de Influenza tipo A.
López Obrador insistió: “Es lamentable la actitud de rechazo antes más de 5 mil turistas en el crucero”. Aseveró que no se ha confirmado que exista ningún “infectado” de coronavirus, pero que, si así fuese, que no es, también se les atendería por humanidad.
La noche del miércoles el barco fondeó a pocos kilómetros del muelle “Langosta” de la isla de Cozumel, uno de los destinos más importante de cruceros del mundo. Por la mañana se le dio permiso de acercarse por razones del clima, que hacían muy insegura su permanencia a mar abierto.
El problema gravísimo, para los pasajeros y la Naviera, está en el miedo que existe por el coronavirus. En ese sentido, el primer mandatario hizo hincapié en que no es una enfermedad tan grave, que hay un número mayor de víctimas de otras enfermedades en el país. En pocas palabras, López Obrador declaró no compartir la angustia que provoca este virus.
Razón por la que, en Japón, en un barco similar, se mantuvo en cuarentena a todos sus pasajeros por varias semanas.
La información proveniente de Cozumel es confusa. No obstante, las declaraciones presidenciales de abrir todos los puertos del país, de recibir a los pasajeros, de admitir a enfermos, pasado el mediodía no había desembarcado ninguna persona. Y los rumores aseguran que no lo harán. Que se anunciará oficialmente durante la tarde esta decisión.
¿Hacia dónde va a zarpar el crucero MSC Meraviglia con sus casi 5 mil ocupantes?
¿Qué va a suceder con los viajes en crucero? ¿Y qué va a suceder con la economía de Cozumel, de otros puertos mexicanos que basan su economía en estas visitas?
El problema es muy grave porque hablamos de cientos de miles de pasajeros, de una industria popular que deja mucho dinero en los puertos donde arriba, que da trabajo a personas de todo el mundo.
¿Podemos imaginar que va a imponerse el miedo? ¿O ganará la voluntad presidencial de apertura, de recibir a los rechazados del mundo por razones humanitarias?
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