Indicador Político
Quintana Roo es una de las entidades federativas que más ha crecido, según expertos el promedio en los últimos cinco años es 4.8 por ciento, muy superior al resto del país, un milagro comparado con el decrecimiento económico de Tabasco: Menos 4.5 por ciento.
¿Por qué un Estado tan rico en naturaleza, en petróleo, en ganadería como Tabasco ha ido para abajo con tanta fuerza, solamente superado por Campeche? En el Sureste ambos.
En Tabasco tuvieron la desgracia del gobernador Arturo Núñez, también de las inundaciones, sobre todo de la violencia. Y antes que todo lo anterior, el olvido del centro del país.
Quintana Roo ha crecido, incluso, a cifras superiores del 4.8 por ciento. Playa del Carmen llegó a tener un apabullante 14 por ciento de crecimiento. Lo que no es gratuito.
El Turismo es, definitivo, oportunidad de trabajo, de bienestar. La población de esa entidad está conformada, mayoritariamente, por personas que nacieron en otras partes del país y del mundo.
Si bien el crecimiento debe ponderarse, significa también un reto tremendo. Porque no trae aparejado el presupuesto federal para poder proporcionar servicios, escuela, salud a todas las personas que siguen llegando a vivir. A quienes debe sumarse la población flotante, el número de visitantes que también demandan esos servicios. Y, todos, tienen la urgencia de tener seguridad.
Por lo tanto, ha resultado muy complejo para ser entendido dentro y fuera del Estado, el gobernador Carlos Joaquín González debe gobernar para muchos, muchos que son muchos, más. Con el mismo dinero. Que no se estira a voluntad.
De ahí que resulte imposible hacer obra pública de relumbrón, de esas que tienen anuncios espectaculares en su inauguración. El gobernar de Carlos Joaquín es del día al día, de resolver, de intentar satisfacer las necesidades de los nuevos miles de habitantes que apenas se van instalando, y de aquellos que llevan años exigiendo atención oficial, que sus demandas sean atendidas.
Esto en una entidad donde el crecimiento económico no es parejo, con un atraso en el Sur y en las comunidades mayas.
Sí, Quintana Roo crece enormidades, sigue siendo un paraíso para vivir, pero la federación no entiende lo complicado que es atender este crecimiento económico, intentar equilibrar la calidad de vida del Norte con el Sur, dotar de caminos, de un mínimo de salud, de luz, de agua potable a comunidades que desconocen los beneficios del Turismo.
Y a todo esto, habrá que agregar la inseguridad que también se desprende de esos visitantes, de ese crecimiento económico.
En ninguna entidad federativa del país es tan complicado gobernar. Y Carlos Joaquín lo hace, sin estridencia, sin parafernalias pagadas. La pregunta es cómo se puede traducir el crecimiento económico en mejor calidad de vida, en mayor reparto de la riqueza, en mayor igualdad social.
Y para transitar ese camino, la federación tiene que entender a Quintana Roo…
En Tuiter: @isabelarvide