Indicador Político
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· El gobierno incumple su palabra de democratización
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Sólo Julio Scherer Ibarra sabe cómo y qué negoció.
El fue el encargado de arreglar la salida de Carlos Romero Deschamps del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Hasta hoy los hechos hablan solos: impunidad y dejar un heredero suyo para dar continuidad a la política laboral seguida con Petróleos Mexicanos (Pemex).
Es Manuel Limón Hernández, quien fuera dirigente de la Sección 10 de ese gremio y presidente de la Consejo General de Vigilancia del Comité Ejecutivo Nacional del STPRM.
Un cargo de largo aliento, pues llegó en 1995 y siguió ahí hasta antes de asumir, en octubre de 2019, la plaza de Romero Deschamps.
Desde entonces se prometieron elecciones de voto directo, secreto y universal para airear un gremio considerado símbolo de la corrupción pasada.
Pero nada ha pasado.
Y por lo visto ni pasará.
Lo indica el arreglo obrero-patronal firmado ayer con incremento salarial de 3.40 por ciento directo al salario y 1.76 en prestaciones.
SÁNCHEZ CORDERO NO PUDO
Julio Scherer Ibarra, decíamos arriba, fue el encargado del arreglo.
Entró al rescate de una negociación iniciada por la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero directamente con el líder a deponer.
Pero en respuesta a sus planteamientos recibió videos donde Carlos Romero Deschamps aparecía en asambleas, rodeado de cientos y acaso miles de afiliados.
A estos se les ve corear:
-¡Ro-me-ro, Ro-me-ro…!
Hubo pánico.
Personas enteradas del operativo de Scherer Ibarra refieren compromiso de no perseguir a Romero Deschamps ni a su familia.
Dos años después, sus bienes están a salvo.
Se han omitido inclusive anuncios presidenciales de realizar una elección telefónica para evitar presiones o asambleas a mano alzada.
O compromisos como el de la secretaria del Trabajo. Y Previsión Social, María Luisa Alcalde, quien a principios de 2020 garantizó “voto personal, libre, directo y secreto”.
Por el contrario, Pemex destacó ayer la revisión con “diálogo respetuoso, destacando que no implica suprimir puestos de trabajo o despido de trabajadores”.
SE IMPONE RICARDO MONREAL
No habrá problema con los cinco senadores disidentes de sus grupos parlamentarios.
Mantendrán su bloque independiente y lo mismo podrán hacer quienes no estén de acuerdo con los rígidos controles partidistas.
Ese será el inminente mensaje de Ricardo Monreal, quien prima la negociación como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Diferente a la presidente senatorial Olga Sánchez Cordero, opositora a ello porque según la normatividad las fracciones se forman al comenzar cada Legislatura.
Precisamente gracias a esta disposición se mantiene la del Partido de la Revolución Democrática (PRD), coordinada por Miguel Mancera.
Los perredistas tienen acceso a comisiones y partidas parlamentarias, lo cual no sucederá con los recién integrados Gustavo Madero (PAN), Germán Martínez (Morena), Nancy de la Sierra y Alejandra León (PT), y Emilio Alvarez Icaza (independiente).
Como hay efervescencia y se esperan más deserciones en el Senado y en la Cámara de Diputados, tampoco habrá recursos para nuevos tránsfugas.