Poder y dinero
· El PRI subasta su voto para la reforma eléctrica
· Lo daría por un estado en los comicios del 2022
· La corrupción del alcalde morenista en Oaxaca
Se irá hasta el año próximo, pero en los mejores términos.
Es decir, contra el deseo presidencial no es posible tener la reforma eléctrica en el actual período ordinario de sesiones del Congreso, antes de concluir el año.
Eso creen en el poder y en las bancadas gubernamentales en Palacio Legislativo, donde los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) también son oficiales.
Creen eso por algo muy sencillo.
Las negociaciones con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) avanzan en buenos términos y ya se notan las fracturas en la fracción del otrora partidazo del país.
La principal:
El presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Alejandro Moreno Alito, habla de un rechazo casi absoluto a la propuesta presidencial para dar plena primacía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero el coordinador de la fracción priísta en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, promete seguir el diálogo con el gobierno y los demás partidos en buca de un consenso.
DAME UN ESTADO A CAMBIO
La apuesta del gobierno va con la expectativa del presidente.
El cree posible sumar, y lo dijo desde junio tras las votaciones, los 71 votos del PRI en la Cámara de Diputados para alcanzar los dos tercios necesarios para la reforma constitucional.
Pero hay un problema:
Rubén Moreira y Alejandro Moreno enfrentan una creciente oposición no nada más a esta reforma de la norma suprema, sino también a otros planes lópezobradoristas.
Y menos cuando corre una versión entre los diputados del partido verde, blanco y rojo:
Una de las negociaciones de su cúpula es ligar el comportamiento de la bancada en el Congreso de la Unión a la suerte electoral en algunos estados.
Es decir, me ayudas a ganar la gubernatura de tal entidad y nos ponemos de acuerdo para todos tus propósitos durante el resto de la Legislatura.
Aspecto de mucho riesgo porque el PRI no tiene delantera en ninguno de los estados y solamente puede competir en Hidalgo, donde los morenistas Julio Menchaca y Cuautémoc Ochoa son mano.
El PRI parte en desventaja con esta propuesta.
SAQUEO EN OAXACA CAPITAL
En Oaxaca es un escándalo.
El presidente municipal Oswado García Jarquín, obvio del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se ha dedicado a saquear al municipio.
De su escandalosa corrupción han dado cuenta sistemática, con pruebas y contratos, dos medios: Quadratín de Lupitha Thomas y El Correo de Oaxaca, semanario de Carlos Velasco.
Ambos han difundido profusión de copias de contratos, montos de dinero, nombres de empresas fantasmas y por supuesto obras fantasmas.
Un ejemplo entre los muchos, publicado el domingo por Quadratín:
“Los contratos FIII069-2021, FIII107-2021 y FIII110-2021 avalan una erogación de 8,363,230.32 millones de pesos a la empresa MBlok Construcciones y Proyectos e ingeniería urbana, SA de CV…
“La empresa como tal no existe, por lo menos en el domicilio que cita, Zinc 102 interior 3, colonia Minería; es una casa particular en la que no tienen conocimiento de ninguna constructora”.
¡Pobre Oaxaca… y va a manos de Morena en 2022!