Indicador Político
· De Colosio a Colosio: el formado y el tierno
· Una historia y los lamentos de Diana Laura
· Inflan el ego al hijo y comprometen alianza
La pick-up avanzaba lentamente por la calle principal de Magdalena.
Atrás de la cabina, en la caja de la camioneta, iban de pie Diana Laura Riojas, Manlio Fabio Beltrones y su esposa Sylvia Sánchez.
En cuanto subí, Diana Laura narró:
-Ahí puso Luis Donaldo su casa de campaña para diputado federal en 1985. Yo no quería. Le pedía que viviéramos como un matrimonio normal.
-“Voy a ser legislador -me contestó-. Son nada más tres años…”.
Diana Laura reflexionó:
-Eso fue hace ocho años y miren nada más dónde quedaron los tres… Fue diputado, luego senador, dirigente del PRI, secretario de Desarrollo Social y ahora candidato a la Presidencia…
-Y seguramente presidente -la interrumpí.
-Sí -refutó ella-, pero ya no fue el matrimonio normal que yo le pedía, con hijos, una vida como la de toda la gente, no en exposición permanente ante la sociedad y con agenda ajena…
-Son ocho años de mucha experiencia -comenté-, de madurez…
CARRERA INCIPIENTE
Manlio Fabio Beltrones y Sylvia Sánchez saludaban a la gente.
De vez en cuando el gobernador de Sonora atendía alguna petición, concertaba alguna cita, prometía regresar e inclusive reportó avances de algún trámite administrativo.
-Sí, es mucho tiempo -reflexionó Diana Laura Riojas.
Hoy lo recuerdo bajo dos perspectivas.
En gira por pueblos de Michoacán, como dirigente priísta y en compañía del entonces senador Víctor Manuel Tinoco Rubí, Luis Donaldo Colosio Murrieta narró con orgullo:
-Yo vine aquí a dar mi servicio social. Aquí es Tierra Caliente, pero anduve por todo el estado y conozco uno a uno sus problemas, sus necesidades, a su gente… Tengo muchos amigos aquí.
Colosio Murrieta resumía una experiencia de cuatro lustros, de una labor social intensa y larga con o sin cargo público, como universitario o dirigente político, como gestor e inclusive dador de obras.
Lo comparo con otro Luis Donaldo,éste Colosio Riojas, en su incipiente carrera política, apenas presidente municipal de Monterrey, pero también en un ejercicio inicial.
Muy temprano para medir su capacidad.
Pero, ávidos de figuras, los encuestadores lo han colocado en la contienda presidencial y, a juzgar por su último mensaje grabado en el mausoleo de su padre, está entusiasmado
Muchos amigos de papá le recomiendan esperar –“estás joven y tienes mucho futuro”- y vaya si hay sensatez en ellos: Ricardo Canavatti Tafich, Agustín Basave y para qué mencionar a otros.
¿ADIÓS A LA ALIANZA?
Enfrente están quienes dan cuerda a Luis Donaldo Colosio Riojas.
Alcalde por MC, el dirigente Dante Delgado también lo menciona como valor partidista, pero asegura no haber tocado el tema de su eventual candidatura.
Claro, acaso para no cargarlo de ilusiones lo coloca al nivel de otros prospectos suyos, entre ellos los gobernadores Enrique Alfaro (jalisciense) y Samuel García (neolonés).
La oposición también se fija en Colosio Riojas, pero lo sienten muy tierno para ir a una contienda donde enfrentaría un aparato de Estado cuyo propósito es destrozar a quien se le ponga enfrente.Además, si Dante Delgado insiste en ir con candidato presidencial propio en 2024, anularía la opción de una gran alianza opositora y sin ella, indican los números, las posibilidades de victoria.