Claroscuro
Era una reunión de esperanza.
Después de la amenaza del subsecretario de Salud Hugo López-Gatell y la oficial mayor Maricela Lecuona, se entreveían luces de entendimiento.
Entendimiento federación-estados si todos los gobernadores fueran escuchados y se atendieran sus inquietudes.
Sin imposiciones del centro pero sin aceptaciones ciegas de la provincia.
Pero no.
No fue posible a pesar de la voz conciliadora de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien encabezó la reunión de ayer.
Usted sabe el origen de ese encuentro:
El jueves pasado, ante más de una veintena de mandatarios estatales en pantalla, López-Gatell y Lecuona amagaron con proceder administrativa y penalmente contra los gobernadores si no obedecen el semáforo sanitario federal.
Intervino Sánchez Cordero y se programó un siguiente diálogo en aras de encontrar un acuerdo y un plan de coordinación.
El día clave era ayer, como hemos dado cuenta aquí.
Pero…
ACUERDOS SIN SUSTENTO
No fue un diálogo nacional.
No fueron convocados todos los gobernadores, sino unos cuantos y muy seleccionados para la ocasión:
Tres del Partido Revolucionario Institucional (PRI): el potosino Juan Manuel Carreras, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago); el hidalguense Omar Fayad y, añadido, el mexiquense Alfredo del Mazo.
Dos de Acción Nacional (PAN): el queretano Francisco Domínguez y el yucateco Mauricio Vila.
Y dos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero sólo acudió la capitalina Claudia Sheinbaum.
¿Y los disidentes?
¿Y los que han pedido la renuncia de Hugo López-Gatell?
Ningún gobernador incómodo.
De origen estaban descartados dos, el independiente Jaime Rodríguez y el emecista Enrique Alfaro, quien todavía ayer embistió contra la incongruencia de López-Gatell.
Con una asistencia tan corta, tan mocha, no es posible hablar de un gran acuerdo federación-estados en aras de la gobernabilidad en estos tiempos de pandemia.
Es otra oportunidad perdida.
SIN TELEVISIÓN PÚBLICA
1.- Aquí hemos dado seguimiento a la enseñanza a hombros de la televisión privada.
Dicho de otra forma: ¿y la televisión pública?
Por fortuna se han ofrecido los empresarios, Televisa y TV Azteca al frente, y esto puede salvar el próximo ciclo escolar.
Por ejemplo, Televisa transmitirá en la frecuencia 5.2, con 62 estaciones del Canal 5 y cobertura a 90 por ciento de los telehogares.
El 5.2 es producto de la digitalización de televisión y radio, lo cual le permite desplegar hasta cinco señales, fenómeno llamado multiprogramación.
Con esa infraestructura, el presidente ejecutivo de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, puede presumir: se llevará educación a más de 30 millones de niños y jóvenes en un sistema “único en el mundo”.
Un esfuerzo mayúsculo porque obligará, de hoy al 24 de agosto, a poner a disposición de la enseñanza cientos de canales.
Y 2.- ayer se vio la congruencia del funcionario Jenaro Villamil.
El ahora director del Sistema Publicó de Radiodifusión del Estado Mexicano era crítico sin cuartel de Televisa y Emilio Azcárraga.
Ayer ante él rindió reconocimiento en pleno Palacio Nacional a la participación indispensable de la televisión privada para la educación.