Vientos de recesión en las economías mundiales

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicó recientemente su informe de perspectivas de crecimiento mundial para el 2025 y 2026. El escenario no es nada favorable pues presenta índices menores a lo esperado, lo anterior causado por las acciones emprendidas a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia.

Para México el panorama de crecimiento está fuertemente ligado a lo que se defina el 2 de abril con la entrada en vigor o no de una nueva puesta arancelaria. Ello llevará según pronósticos de la OCDE,  a la economía mexicana a un índice de crecimiento del 1.3% para este año y 0.6% para el 2026. Sin embargo, lo anterior bajo la condicionante de la entrada en vigor de nuevos aranceles.

El escenario mundial vive las mismas circunstancias. Estados Unidos espera un crecimiento estimado del 2.2% para este año y 1.6% para el 2026. En tanto Canadá crecería 0.7% para ambos periodos. Con ello la región económica más grande del mundo entraría en una fase de recesión económica, que motivaría a implementar acciones conjuntas para atenderlo.

Por el contrario, si la guerra comercial se intensifica entre países socios como Estados Unidos, Canadá y México, el crecimiento de la región podría decrecer y llegar a un punto crítico. Afectando principalmente a los Estados Unidos y revirtiendo el efecto deseado al haber implementado una cadena de aranceles. Los ciudadanos norteamericanos estarían pagando las malas decisiones de su gobierno.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado una estrategia para disminuir la incertidumbre. En primer lugar, la cautela.  El 2 de abril es la fecha impuesta por el Presidente Trump para la imposición arancelaria, por lo que se continúan realizando mesas de diálogo conjunto para aminorar los efectos. En segundo lugar, el ahorro y reducción del gasto, preceptos implementados por el gobierno de México durante la pandemia y que motivarán en los próximos días a presentar un nuevo Plan Económico. Y en tercer lugar, el fortalecimiento del consumo interno, a partir del fortalecimiento de las empresas locales para aminorar la dependencia extranjera.

El peor ingrediente para la economía es la incertidumbre política. Ello ahuyenta las inversiones, lo que hace que se genere menos gasto social,  desempleos y una disminución en el consumo. Lo anterior, conlleva a un escenario crítico de  inflación y mal atendido a una crisis económica. Factores negativos que muchas veces provocan que las economías recurran al endeudamiento público para mantener el mismo nivel de gasto. 

Nuestro país ha vivido escenarios de esa naturaleza anteriormente. Hoy la consolidación del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, muestra signos positivos. Una economía mucho más dinámica, un tipo de cambio fluctuante y un gobierno comprometido con un estricto control del gasto. Todo ello, nos augura que si bien, el crecimiento será menor al esperado, existen factores positivos para considerar que existe un ejercicio responsable de las finanzas para hacer frente a las adversidades. 

Moisés Bailón Jiménez. Es Maestro en Derecho Electoral y Procesal por la Benemérita Universidad de Oaxaca.