
Carnaval de Mérida, con zonas y transporte para personas con discapacidad
Son las 8:15 horas y en las calles de Mérida se nota la ausencia de las mujeres. Paseo de Montejo recibe a las y los turistas nacionales y extranjeros que no han detenido sus actividades, porque claro, están de vacaciones, y es poco probable que la convocatoria del paro nacional de mujeres sea de su interés.
Es evidente que hay menos personas circulando en las vialidades. Este lunes 9 de marzo parece un día domingo en el que la mayor parte las personas realiza sus actividades con más calma y comienzan más tarde.
Las calles semivacías tienen una explicación ya que no se ven las camionetas que las llevan las madres a sus hijos en dirección a colegios como el Rogers, Colegio Montejo y demás escuelas particulares.
Tampoco se ven a las mamás que tienen que viajar con sus pequeños en el transporte público. Mucho menos se ven a las estudiantes y trabajadoras que diariamente se dirigen a sus actividades.
Los camiones que circulan llenos sobre Circuito Colonias hoy no se ven abarrotados como los otros días. Se ven solo a algunas mujeres dirigiéndose a sus destinos.
A través de la ventanilla le preguntamos a una chica de lentes y cabello teñido de morado si participaría en el paro del día. Frunció el ceño y dijo “por supuesto que estoy participando pero debo trabajar porque necesito el dinero”. El camión arrancó y nos dejó con la pregunta en la boca ¿dónde trabajará que no pudo faltar?
En las calles del Centro Histórico la realidad hoy fue otra. Las filas para abordar los autobuses eran pequeñas, faltaban las mujeres. En el lugar otra fémina no dijo que este día es especial para ellas. “Tenemos derecho a manifestarnos y hay cosas terribles que nos pasan maltratos, desapariciones y está mal”.
Ella tuvo que salir para llevar a su hijo al hospital. Explicó que su labor de madre no tiene descanso y no pudo evitar salir de su casa.
En un puesto de periódicos la encargada platicó que ojalá la gente se de cuenta de su ausencia. “Porque hay muchas familias que se quedan sin ellas, los hijos se quedan solos y eso está mal. Espero que el paro sirva para algo” finalizó antes de retirarse.
Hubo zonas específicas de la ciudad donde la ausencia se notó poco. Lugares en los que no parecía que hubiera un paro nacional de mujeres. Ese fue el caso del Mercado Lucas de Galvez debido a que atrae a mucha gente para comprar. La gente caminaba de un lado para otro con bolsas de plástico o sabucanes con frutas, verduras y otros productos comprados al interior del lugar.
En una esquina, cerca del Museo de la Ciudad, una mujer de la tercera edad dijo que el paro le parecía “tonto” porque antiguamente, “todas estábamos en nuestras casas”.
“Solo el hombre salía a trabajar y como siempre todo se ocultaba, a mi ya me tocó de todo, me casaron, me violaron, me dejaron, me difamaron, me golpearon, trabajé hasta la fecha y lo que trato es que a mis nietas y a mis hijas no les pase lo mismo”. Piensa que el paro es algo político porque el que está arriba no hace caso. La señal de cruce comenzó a sonar y ella decidió continuar con su camino sin explicar nada más.
Una pequeña de aproximadamente 10 años de edad, la jaló y cruzaron la calle viéndose a la cara una a la otra como en señal de complicidad. No se pudo platicar más con ella, pareciera que a pesar de todo lo que contó, aún mantenía la esperanza de erradicar las violencias que sufren sus congéneres.
En el recorrido las mujeres opinaron que respetan las ideas y días como estos pero tienen que trabajar. Una de ellas labora bajo un esquema de comisiones y explicó que “si no salgo a vender no gano nada, son pérdidas y una no se puede dar ese lujo”.
El Ayuntamiento de Mérida fue de las primeras instituciones en expresar su apoyo a colaboradoras para este día y así fue. Esta mañana su ausencia se hizo notable. Hay muchas sillas vacías y oficinas cerradas. Este fue el mismo caso para el edificio central de la Universidad Autónoma de Yucatán donde gran parte del personal, como directivas, trabajadoras administrativas y alumnas se ausentaron en apoyo al paro de protesta.
Los hombres se muestran impávidos ante este paro nacional. Algunos repiten las falacias que se hablan en redes sociales.“Está bien que se quejen, pero no deben pintar edificios, esas no son las formas”, como si el día de hoy hubiera habido ese tipo de manifestaciones de hartazgo.
Al preguntarles ¿cuál es el papel de los hombres para erradicar la violencia contra las mujeres?, dos de ellos dijeron que se deben inculcar más valores porque antes no era así. Otro dijo que era un “día normal y no tenía caso” y, a pesar de ello, insistió que “debemos ser más conscientes de lo que hacemos y respetar más a las mujeres”.
Este día demostró que a los varones, los que ejercen algún tipo de machismo y violencia hacia las mujeres, aún les queda un gran camino por recorrer.