Joven yucateco solicita ayuda para pagar tratamiento y evitar el cáncer
MÉRIDA, Yuc., 29 de mayo de 2022.- Problemas en la salud como la intoxicación y enfermedades respiratorias, así como daño al ecosistema, sobre todo, al manto freático, son algunos de los perjuicios que trae un mal uso de plaguicidas y otros insumos utilizados para el control de plagas.
Ante ese panorama, que en Yucatán genera un impacto ambiental grande pues es zona de cenotes y tierra de importancia agrícola, Erendira López Carreón, presidenta de la Asociación Civil Controladores Expertos del Sureste (CESAC) señaló que es primordial la regularización de estos productos y velar que sea gente capacitada la que aplique estás sustancias.
“Cuando pensamos en contaminación al manto freático, lo primero que pensamos es en químicos o los mal llamados fumigadores, sin embargo, nos olvidamos de las empresas, quienes deberían tener la responsabilidad de contratar a gente especializada y no a cualquiera por cuestiones de reducción de gastos”.
Además de interferir en afecciones de salud y contaminación medio ambiental, también se refleja en daños económicos, toda vez que el precio de una mala aplicación puede empeorar la situación, generando la muerte de especies o bien, necesitando de un trabajo profesional que deberá revertir lo realizado.
En Yucatán, por ejemplo, explicó la especialista en control de plagas, hay una empresa que vende carne de cerdos a quien le está costando muchísimo toda esto, la mala aplicación de acciones, cuánto le está costando en imagen todo el problema de contaminación”.
La zona sur, en concreto Oxkutzcab y Tekax, donde se producen cítricos también es un área crítica, pues es común, que sean los mismos campesinos y citricultores los que aplican sustancias para eliminar parásitos de sus cultivos.
“Debemos hacer un llamado a la sociedad a todas las entidades que es están involucradas en todo esto, que deben promover la capacitación y también el cuidado, debemos nosotros como asociaciones colaborar en esta situación y decirles que el hecho que le digan a la gente del campo que pueden aplicar está mal porque no están bien supervisados y no se hace en la dosis correcta”, concluyó López Carreón.