Redacción / Quadratín Jalisco
GUADALAJARA, Jal., 3 de abril de 2022.- ¿Qué hacer entonces ante esta realidad de la cual no podemos sustraernos, por más que a algunas personas les desagrade?
- Disposición: Es posible convertir este cambio en algo llevadero y en parte de nuestra vida. Para comenzar, podemos prevenir algunos de sus efectos si uno o dos días antes de que se presente el cambio de horario comenzamos a acostarnos una hora más temprano, cenamos más ligero, evitamos bebidas y alimentos estimulantes después de la hora de comida y creamos un ambiente de preparación para un buen sueño. Sí, el día más pesado siempre es el primero, esta preparación puede ayudar a atenuar un poco los efectos del cambio.
- Ejercicio: Practicar ejercicio por la mañana puede ser también una buena alternativa. Nos proporcionará mayor oxigenación, mejor tono muscular, mejor digestión e incluso mejor estado de ánimo, concentración y efectividad para enfrentar los retos del día.
- Alimentación de verano: Ingerir bebidas saludables mantendrá nuestros buenos niveles de hidratación que son convenientes para todas nuestras funciones. Las cenas ligeras y a horas tempranas contribuirán a un sueño más tranquilo y profundo, que facilitará despertarse a la hora adecuada, reponer nuestras fuerzas y darle al cerebro el descanso necesario.
- Nuevos hábitos: Mantener hábitos más eficaces hacia los dispositivos electrónicos será una estrategia crucial: es sabido que la luz azul emitida por las pantallas no sólo daña los ojos, sino que impide la relajación previa al sueño y mantiene una actividad cerebral incompatible con el sueño reparador. Con el ritmo de vida que llevamos, estas horas de sueño nocturno son un recurso indispensable para que continuemos funcionando y sintiéndonos bien.
- Aprovechar el tiempo: Es importante cuidar que la cantidad de luz en las horas de la tarde no “nos engañe” y nos haga comenzar nuestros preparativos una hora más tarde: pensemos que el horario que el reloj marca puede orientarnos para que esta preparación haya avanzado cuando llegue la oscuridad y no restemos una hora de sueño cada noche de esos seis meses.
- Más tiempo con otros: El horario es externo, pero el cuerpo tiene sus leyes internas y nosotros contamos con una tendencia a la regulación que puede contribuir a nuestro bienestar. Pensemos que esa hora más de luz puede servirnos deseablemente no sólo para mantener el ajetreo de todos los días, sino para lograr una mayor convivencia con nuestros seres queridos, para la práctica de actividades edificantes y como una oportunidad para hacer contacto con nuestro interior.