De 2019 a 2020 se triplicaron recetas no surtidas en IMSS por desabasto

MÉRIDA, Yuc., 27 de julio de 2021.- De acuerdo con datos recabados por la organización Nosotrxs desde el colectivo Salud y Bienestar, entre 2019 y 2020 se triplicaron el número de recetas no surtidas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pasando de 5 millones a casi 16 millones de recetas no surtidas de manera efectiva.

En entrevista, Andrés Castañeda Prado coordinador de la causa Salud y Bienestar, refirió que la actual administración federal ha subestimado la complejidad para la compra de medicamentos, lo que ha generado e incrementado el desabasto de medicamentos para distintas enfermedades.

Señaló que, bajo el falso dilema de la lucha contra la corrupción y la compra eficiente, se ha descuidado uno de los derechos principales de los ciudadanos que es el acceso a la salud.

“No creo que no quieran (resolver el desabasto), yo creo que han subestimado la complejidad y se han puesto en un falso dilema. Hasta que no entiendan esto, y no consulten a expertos que se tienen en el país no podrán resolver este problema, pues esas compras ya se hacían y se hacían bien”.

Si bien, dijo, se debe reconocer que había problemas en el proceso de compra, sobrecostos y dominio de algunas distribuidoras, esto no debe ser una excusa para que se propicie el desabasto, pues esto termina impactando a las familias mexicanas en lo económico, físico y emocional.  

Castañeda Prado indicó que el acceso a medicamentos nunca se ha encontrado al 100 por ciento en el país, sin embargo, antes se tenían buenos niveles sobre todo en instituciones públicas como el IMSS, ISSSTE, pero desde mediados de 2019 se incrementó o deterioró el acceso a los medicamentos de manera importante.

Gran parte de esta problemática, se debe a que las compras realizadas por la Secretaría de Hacienda en 2018 -por la administración anterior- se alargaron para algunos meses del 2019 y una vez que estas vencieron, comenzaron las fallas en las compras y contratos realizados primero por Raquel Buenrostro; luego con Thalía Lagunes, el Insabi y finalmente las UNOPS.