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MÉRIDA, Yuc., 05 de agosto de 2020 .- El proceso de pérdida de un ser querido en el contexto actual puede tener importantes consecuencias debido a la falta de preparación psicológica para el trance por lo que sobrevienen necesidades prioritarias que requieren atención de forma particular.
En entrevista con la psicoterapeuta Alma Rosado Acevedo, quien también ejerce la Tanatología, disciplina que se centra en acompañar a las personas que están transitando por un proceso de duelo, que puede ser principalmente por la muerte de un ser querido, pero también por las diferentes pérdidas y cambios que se experimentan día a día.
Explicó que, las etapas de duelo sugeridas por la madre de la tanatología Elisabeth Kübler Ross son cinco: Shock-negación, aquí, generalmente se escuchan frases como “no puedo creer que estoy infectado o que mi familiar o amigo lo está“, por lo que equivale a una defensa psicológica ante la realidad que no se puede digerir de inmediato.
La ira vendrá como segunda etapa: “me enojo con todos, con los médicos, con Dios, el representante religioso, siento que es una injusticia lo que sucede”, seguido aparece la depresión acompañado por desánimo.
Después podrá darse una negociación, es dar algo a cambio de algo más: “le pido a un ser superior (Dios, equipo médico) que salve a mi ser querido a cambio de algo: hacer oración, ayudar económicamente a los desfavorecidos, dar un donativo a un hospital, etcétera.
Finalmente, con el tiempo vendrá la aceptación, aquí las personas empiezan a rehacer su vida, a tener nuevos intereses, lo que creían insuperable ya no lo es, la herida cicatrizo y aunque podría abrirse en ciertas circunstancias, el fallecido vive en su memoria.
En ese sentido, la especialista explicó que la tristeza es una emoción que “debemos trabajar y entender que es normal sentir incertidumbre y que debemos permitirnos vivir dicha emoción, pero también debemos centrándonos en diferenciar las cosas en las cuales tenemos injerencia y las que no, ya que de esta manera logramos contrarrestar la pasividad de la tristeza, tomando acciones”.
Para la tanatóloga, el miedo es la emoción que ayuda a proteger la persona afectada, por lo que es necesario para la supervivencia, “es normal tener miedo y más en estos tiempos ya que nos ayuda a cuidarnos y tomar todas las medidas necesarias para evitar ser contagiados”. Cuando el miedo se vuelve irracional y comienza a convertirse en un problema de ansiedad es necesario acudir con un especialista.
Cuestionada por conocer de qué manera puede una familia y amigos sobrellevar la pérdida a distancia debido al confinamiento social, destacó que es importante “ser conscientes de que cada persona va a vivir su duelo de una manera diferente por lo que debemos ser tolerantes y respetuosos”, actualmente gracias a la tecnología existe la oportunidad de acercarse por medio de plataformas digitales y realizar ceremonias o rituales (según sus creencias) donde la familia puede interactuar y estar presente.
Las recomendaciones que Rosado Acevedo brinda para alguien que esté pasando un difícil duelo son: aceptar y comunicar sus emociones, darse el permiso de sentir y sobre todo saber que el dolor es inevitable, aunque no significa que se debe transitar solo, se puede buscar ayuda con la familia o con un profesional que acompañe en el proceso.
Por último, destacó que actualmente no hay estudios o investigaciones recientes enfocados al aumento de enfermedades mentales en el tiempo de contingencia, pero se estima que la depresión, la ansiedad y los intentos de suicidio aumenten en los siguientes meses.
“Lo que puedo ver en cuestión de demanda por atención psicológica podría decir que más de 60 por ciento son casos de depresión y ansiedad”, concluyó.
Para las personas que deseen contactar a la psicoterapeuta, podrán hacerlo al siguiente número telefónico: 99 91 63 90 60.