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MÉRIDA, Yuc. a 25 de marzo de 2025.- En el estado de Yucatán, el acceso a terapias para niñas y niños con condición del espectro autista sigue representando un desafío, tanto por la falta de información como por las limitaciones económicas de muchas familias.
Actualmente, el centro de Asociación Yucateca contra el Autismo (A.Y.U.D.A) ofrece sesiones de terapia a un costo de 250 pesos por hora, y ha implementado una modalidad de terapia de bajo costo con una cuota de recuperación de 100 pesos, disponible entre la 1 y 2 de la tarde.
“Nos visitan familias no sólo de Mérida, sino también de comunidades de municipios cercanos como Peto, Felipe Carrillo Puerto, y de estados como Campeche. Vienen de muchos lados”, explicó Brenda Daniela Rojas, psicóloga maestrante en Psicología Clínica Infantil y de la Adolescencia, quien colabora en dicho centro.
De acuerdo con la especialista, el autismo es una condición neurodivergente, no una enfermedad. “Hablamos de una variabilidad natural del cerebro humano, donde no existen polaridades sino matices. Es parte de la diversidad humana”, explicó.
En este contexto, se subraya la importancia de no patologizar las diferencias, sino de comprenderlas desde una perspectiva científica, humana y cultural.La desinformación sigue siendo una de las principales barreras para la inclusión.
“Muchas personas no saben qué es el autismo, y eso genera estigma y discriminación. Históricamente, a quienes no eran ‘promedio’ se les clasificaba como ‘enfermos’. Hoy, buscamos visibilizar esta condición desde otro enfoque”, puntualizó Rojas.
Actualmente, el centro brinda atención a 250 niñas y niños, lo que representa también un impacto en el mismo número de familias. Sin embargo, reconocen que hay muchas más personas con autismo que no han sido diagnosticadas o que no tienen acceso a terapia.
A nivel nacional, se estima que uno de cada 115 niñas y niños podría estar en el espectro autista, aunque los diagnósticos erróneos o ausentes impiden contar con cifras exactas.
“Una de nuestras metas es que las niñas y los niños puedan insertarse a escuelas regulares. A principios de este año, al menos tres menores que recibían terapia con nosotras y nosotros lograron hacerlo con éxito”, señaló Rojas.A pesar del progreso, las y los especialistas consideran urgente generar un censo estatal y nacional confiable que permita dimensionar la situación real. “Sin datos, es difícil diseñar políticas públicas adecuadas”, puntualizaron.