Disminuye número de casos de dengue en Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 31 de mayo de 2022.- Después de 30 años fumando, un buen día Enrique decidió que era momento de dejarlo, de un día para otro paso de fumar una cajetilla al día a no consumir nada, lleva año y medio en el proceso y aunque no ha recaído, no ha sido fácil para él y su familia.
“Cuando estaba festejando mis 50 años, no pude disfrutar la celebración porque se me acabaron los cigarros, andaba yo como león enjaulado, ignoraba la fiesta y los detalles de mi familia por andar pensando en conseguir cigarros y en algún punto me di cuenta de eso y me dio vergüenza y dije hasta aquí llegué con el vicio”.
A partir de ese momento las consecuencias de no fumar se hicieron presente, al principio Enrique no entendía que estaba pasando con su cuerpo y su salud, nunca se imaginó que dejar de fumar tendría esos efectos.
“Desde el momento que dejé de fumar comenzaron los problemas, recuerdo que el primer día me dio fiebre, pensé que era gripa, ahí no me sentía tan desesperado, pero conforme pasaron los días las cosas se pusieron feas no solo para mi sino para mi familia sobre todo con mi esposa”
“Comencé a subir de peso, a tener problemas en un oído, las articulaciones especialmente la rodilla se me hinchaba, los pies también, me empezó a dar alergia por todo, hasta el reloj que he usado toda mi vida me sacaba ronchas, la vista comenzó a fallarme, y tenía muchos problemas para dormir, nunca en realidad sentí tanta desesperación por fumar como me imaginé, pero la abstinencia en mi se manifestó con enfermedades”.
Además de los problemas de salud que estaba manifestando Enrique explica, que lo más duro fueron los cambios anímicos que tuvo, los cuales le provocaron muchos problemas familiares y casi le cuesta el matrimonio.
“Lo más difícil eran los estados de ánimos, a veces estaba muy irritable y me molestaba hasta cuando mi esposa cocinaba mi comida favorita, otras ocasiones estaba deprimido, y mi familia pensaba que podría suicidarme”, Enrique hace una pausa recordando con tristeza esos momentos y continua su relato.
“Me desconocí a mí mismo, siendo grosero con mi esposa, le decía cosas hirientes, ella tampoco tenía paz, por un lado, era insostenible estar conmigo por como me comportaba, pero tampoco quería dejarme por miedo a que me suicidara o algo, ella se llevó la peor parte de todo este proceso”.
Consciente de la situación, buscó ayuda profesional para poder sobrellevar el proceso de la mejor manera.
“Fui al psicólogo, médicos, especialista de sueño, hipnotistas y lo que se imagine, no sé qué fue lo que en realidad me ayudó o quizá fue todo, me hicieron consciente de que lo que sucedía con mi cuerpo era una consecuencia de no darle nicotina y de cómo eso afecta a nivel físico, emocional y nervioso”
A partir de ese momento, las cosas para Enrique y su familia fueron mejorando, sin dejar de lado los malos episodios, sin embargo, ahora tenía herramientas para sortearlos.
“Llevo año y medio limpio y aunque los primeros 9 meses fueron la muerte, no me arrepiento, es la mejor decisión que pude tomar, pero no lo hubiera logrado sin el amor y paciencia de mi esposa e hijos, son ellos y no yo, los que se llevaron la peor parte, pero aquí estamos firmes y dispuestos a no recaer”.
Para finalizar, Enrique recomienda a todos los que están pasando por un proceso de desintoxicación de cualquier substancia, que busquen ayuda profesional, pues dice, es un camino que se debe hacer acompañado.