La toxicidad de las parejas en los matrimonios

Un matrimonio nunca será feliz si dentro de la relación existe celos y desconfianza. Una relación bien fundamentada, será aquella en la que ambos aprendan a comunicarse entre sí, a establecer límites y que el otro respete estos por consideración y amor hacia el otro. Sin embargo, son cada vez más las parejas que dicen que están en un matrimonio tóxico. ¿Por qué sucede esto? 

¿Qué es una relación tóxica? 

Se le conoce como relación tóxica a aquella que genera daño a una persona o a las dos que la conforman. Por lo general, esta situación termina en una dependencia emocional tal, que acaba destruyendo la seguridad de quien se ve afectado en la relación. Esto quiere decir que lo único a lo que llevará este tipo de unión es al sufrimiento. 

Entre las características que tiene una relación tóxica y por la que puedes identificar que no deberías estar allí están las siguientes: 

• No hay avance en la relación, es decir, no hacen más que recordar las cosas que no han hecho bien, mientras que las cosas buenas quedan totalmente en el olvido. 
• Recordatorio constante de lo que hace por la otra persona, por lo que se envía un mensaje subliminal de “me necesitas”, “no eres nada sin mí”. 
• Hay chantaje emocional. 
• Se controla a la otra persona en aspectos como el vestir, donde está, con quien está, incluso, en los gastos. Hay parejas que han caído incluso en el error de tener aplicaciones para localizar persona sin que lo sepa con el fin de saber dónde se encuentra. 
• Se compara con las otras parejas que ha tenido, resaltando las cosas negativas. 
• No hay respeto, ni en privado ni en público. De manera que solo reinan las discusiones e insultos. 
• Critica a las personas que están alrededor de la pareja, sobre todo, si son amigos del sexo opuesto. 
• Los celos son lo que más reina en una relación tóxica. Por lo que no hay confianza. Esto se evidencia al estar constantemente revisando las llamadas, mensajes o WhatsApp. 

¿Puede un matrimonio ser tóxico? 

Claro que sí. Y es allí donde existe el más grande peligro. Cuando una persona está en un noviazgo tóxico es más fácil salir de él y seguir adelante. Sin embargo, cuando existe un vínculo tan fuerte como es el matrimonio, es allí donde recae el gran problema. Y no es que no puedas salir de un matrimonio tóxico, pero sin duda, es más difícil pues existe no solo la parte legal que los une, sino también hay un vínculo más estrecho… es diferente. 

Tanto el hombre como la mujer pueden caer en acciones que ocasionen problemas en la pareja. Pero también, llegar a un nivel de desconfianza tal que cualquier cosa que haga el otro, lo verán mal. Esto sucede con frecuencia en matrimonios que van perdiendo la comunicación con el tiempo. No debe haber secretos en el matrimonio, sobre todo, cuando se trata de algo que esté provocando sentimientos negativos hacia el otro. 

¿Qué cosas puede hacer una persona en su matrimonio que sea tóxico? Los celos enfermizos son lo primero. Ver cosas donde no las hay, más si se trata de un amigo de tu pareja. En el caso de que sientas celo hacia alguien, es bueno decírselo de una vez a tu pareja. Mientras tanto, el otro no solo debe quejarse y decir “no hay nada entre nosotros”. El respeto comienza por sentir empatía y comprender a la otra persona, cumpliendo con los límites impuestos. 

¿Qué hacer si estoy en un matrimonio tóxico?

Ahora bien, los límites que se colocan en una relación no deben convertirse en una jaula para el otro. La persona tóxica siempre querrá saber todo de ti, pero cuando traspasa los límites, es un peligro. Imagínate que tu pareja contrate un detective para saber dónde estás, o bien, que colore un rastreador en tu móvil. Eso no es amor, y debes huir de allí. 

La comunicación es importante en un matrimonio, y más cuando se comienza a sentir que todo está cambiando. Conocer a tu pareja e incluso pedir referencias de esta antes de siquiera tener planes de matrimonio, te ayudará a tener vislumbrar como será tu futuro. Si las cosas cambian para mal en tu matrimonio, pide ayuda antes de que sea demasiado tarde.