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MÉRIDA, Yuc., 28 de febrero del 2025. En Yucatán, la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema estructural que se refleja en distintos ámbitos, incluido el acceso a la interrupción legal del embarazo. Maribel Flores Aguilar, psicóloga del programa de aborto seguro del Hospital Agustín O’Horán de la Secretaría de Salud, señala que muchas de las usuarias que recurren a este servicio no lo hacen por promiscuidad, como suele estigmatizarse, sino porque han sido víctimas de violencia.
La profesional indicó que, en muchos casos, las condiciones económicas también influyen en la decisión, ya que el embarazo puede representar un obstáculo para su proyecto de vida.
“La idea de que las mujeres que abortan lo hacen por promiscuas es errónea. Muchas de ellas enfrentan desconocimiento sobre métodos anticonceptivos o viven violencia dentro de la pareja, lo que limita sus posibilidades de planificación”, explicó Flores Aguilar.
A pesar de que la legislación avanza de manera gradual para garantizar el derecho a la interrupción del embarazo en condiciones seguras, Flores Aguilar destaca que la penalización sigue siendo un freno para la capacitación de más profesionales en esta área.
“Hoy en día, la falta de armonización legal impide que más servicios puedan abrirse y operar sin estigma, como ocurre con otras áreas de la salud”, señaló.
Desde la implementación del programa en el Hospital Agustín O’Horán, se han atendido 1,205 casos en tres años, los cuales han incluido situaciones de malformaciones fetales, riesgo para la vida de la madre, razones socioeconómicas y la autonomía reproductiva de mujeres que continúan con sus estudios.
“La maternidad ha sido romantizada con frases como ‘donde come uno, comen dos’, pero la realidad económica es distinta. Un bebé necesita mucho más para crecer en condiciones dignas”, puntualizó Flores Aguilar.
Resaltó que la responsabilidad de la crianza no debe recaer exclusivamente en la mujer, ya que la figura paterna suele diluirse en estos casos.
Actualmente, el programa ha logrado atender a todas las solicitantes que han acudido en busca de apoyo. En los casos donde no se cuenta con el espacio suficiente, las colectivas feministas han brindado acompañamiento para garantizar que las mujeres puedan acceder a la interrupción del embarazo de manera segura y oportuna