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MÉRIDA, Yuc., 10 de septiembre del 2022.- Las adolescencias y juventudes son los sectores de la población más propensos a cometer suicidio, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, ¿qué opinan sobre este tema jóvenes en Mérida?
María, una estudiante de psicología, comentó que ella estudia esa carrera porque alguna vez tuvo un episodio en el cual pensó en el suicidio y desea prepararse para ayudar a otros jóvenes.
“Yo creo que en la adolescencia y un poquito más grandes es cuando más lo pensamos, sobre todo porque es cuando más deseos tenemos de ser aceptados por los demás, nos interesa mucho la opinión de otros, y a raíz de eso se pueden generar varias inseguridades y problemas emocionales que nos hacen pensar en suicidio”.
Mario, quien actualmente estudia la secundaria, expresó que lo más difícil es poder decirles a los padres que algo pasa, pues no lo creen importante, o piensan que solo es llamar la atención.
“Si uno llega y le dices a tus papás que te sientes triste, o que no tienes ánimos de nada, o cosas así, piensan que es flojera o cualquier otra cosa, yo lo he visto con amigos, que le han dicho a sus papás y no los toman en serio y les dicen, sal a la calle, ahí encerrado no vas a remediar nada, y en realidad no se trata de salir o no”.
Otros jóvenes expresaron que es necesario se cambie la percepción del suicidio, pues siempre se relaciona con que gente tímida o no es muy sociables.
“A mi me han mandado al psicólogo y me han preguntado si he pensado en suicidio, solo porque no soy muy amiguero, ni hablo mucho, he ido a talleres en donde justamente profesionales dicen que el suicidio tiene muchas caras, entonces creo que hay que quitarnos de la cabeza que solo la gente triste o introvertida como yo, se suicida, yo nunca lo he pensado” comentó un estudiante de preparatoria.
Estas opiniones refuerzan lo expresado por especialistas en el Foro para le Prevención del Suicidio, en el que comentaron que tanto padres de familia como profesores deberían estar atentos a cambios emocionales y conductuales de los estudiantes