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MÉRIDA, Yuc., 13 de junio de 2021 .- Una vez que las personas reciben la vacuna contra el Coronavirus, hay que esperar al menos 28 días para que genere la inmunidad requerida, y si es de dos dosis, habrá que esperar más tiempo. Especialistas coinciden en que tras recibir el químico hay que mantener ciertas medidas en cuanto a la alimentación para ayudar a un mejor efecto, y sobre todo para no debilitar las defensas al tiempo que el medicamento hace su efecto.
“Hay que aclarar a la población que la vacuna no tiene el 100 por ciento de inmunidad. Cuando las personas se aplican la primera dosis, crean un 65 por ciento de inmunidad después de dos a tres semanas. Al aplicarse la segunda dosis, tienen que esperar tres semanas para que tengan el 95 por ciento, eso estamos hablando del fármaco Pfizer, porque las demás vacunas reaccionan diferente”, explicó la presidenta del Colegio de Médicos de Yucatán, María Elena González Álvarez.
Si bien es cierto que a las personas que reciben la vacuna se les recomienda, principalmente, no ingerir bebidas alcohólicas, también es muy importante una correcta alimentación y nutrición puede ayudar a fortalecer su sistema inmunológico. Tanto para mejorar su respuesta a la vacuna, como para aliviar algunos de los efectos secundarios que aparecen.
“Al final, si comemos variado y tenemos una dieta lo más equilibrada posible, seguramente el sistema inmunológico trabajará mejor que si no lo hacemos”, señaló la experta.
Por su parte, Ylenia López, nutricionista, dietista y coach nutricional, recomienda cinco unidades de frutas y vegetales crudos al día, aumentar la ingesta de proteínas y fibra. Y enumera que, alimentos como el brócoli y todas las crucíferas: col, coliflor, coles así como las uvas, las fresas, las setas, los ajos y algunos frutos secos, no deben faltar para potenciar las defensas del organismo.
Especialistas norteamericanos y gastroenterólogos recomiendan comer suficientes nutrientes para favorecer la producción y la actividad de las células inmunitarias y los anticuerpos.
Esto también puede hacerse días antes de recibir la dosis correspondiente de la vacuna, para que el cuerpo se “limpie” de lo que normalmente consumimos y que podría tener debilitado el sistema inmunológico.
Antes y después de la vacuna, hay que evitar los alimentos ultraprocesados, que incluyen refrescos, papas fritas, galletas, pastelillos empaquetados, cereales azucarados así como las carnes frías, pues debilitan el sistema inmunológico.
De acuerdo con estudios, entre dos y cinco horas después de tomar unas cuatro ó cinco bebidas, los sistemas inmunes se vuelven menos activos que cuando se está sobrio, y eso da mayor facilidad para que uno se enferme.
Efectos Secundarios de las vacunas
Después de la inyección, los pacientes pueden experimentar dolor, hinchazón y enrojecimiento. Para las dosis de Pfizer- BioNTech y Moderna, el dolor tiene una incidencia del 84 y el 91,6 por ciento, respectivamente.
Al enrojecimiento alrededor del pinchazo, el prospecto de la vacuna AstraZeneca añade sensibilidad, calor, picor e incluso moretones. Mientras, la hinchazón está presente en 1 de cada 10 vacunados.
Más allá de tener una reacción en el lugar de la inyección, los vacunados también pueden experimentar cansancio, dolor de cabeza, muscular y articular, así como escalofríos, fiebre y náuseas, según la última actualización de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).