Sentenciado a 8 años por violación en Maxcanú
MÉRIDA, Yuc., 18 de mayo de 2021.- Las detenciones arbitrarias por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán, a través de los llamados “cateos de rutina”, siguen violentando los derechos de los habitantes de Mérida, quienes ya no se sienten seguros de transitar por las calles de la ciudad, al ser constantemente hostigados por los elementos de dicha corporación.
En entrevista con Quadratín, el señor Eduardo Erosa Herrera, oriundo de la capital yucateca y de 52 años de edad, relató cómo el pasado lunes 3 de mayo, aproximadamente a las 9:40 horas, cuando los elementos de la Policía Estatal a bordo de la unidad 6394 del Sector Sur, le marcaron el alto a la altura de la calle 8 con 87 de la colonia Nueva Kukulkán, sin que hubiera cometido ninguna falta al Reglamento de Tránsito.
“Estos elementos me preguntan a donde voy, me dicen que me van a hacer una revisión de rutina, que me identifique y entregue mis documentos, a lo que me negué porque no cometí ninguna infracción, no estoy sujeto a ninguna investigación, ni había sido señalado por nadie”, comentó el afectado.
Precisó que se negó a identificarse, porque el 10 de marzo del mismo año, la misma unidad 6394 lo había detenido en un parque de la misma colonia, alegando que estas revisiones ayudan a prevenir la comisión de delitos en las calles de la ciudad. En esa ocasión entregó su documentación y después de perder unos minutos, los uniformados lo dejaron seguir circulando a bordo de su motocicleta.
Al día siguiente, la patrulla tipo antimotín 6634 del Sector Sur le volvió a marcar el alto y procedieron nuevamente a revisar sus pertenencias y documentación, nuevamente sin motivo alguno.
“Ellos ya me conocían, pero como no hubo comunicación llegó otra patrulla y lo mismo, así sucesivamente hasta que llegó la quinta patrulla, llega un pseudo comandante del sector, no entiende razones de lo que digo y lo único que ordena es que me aborden a la patrulla, me esposan y me llevan a la cárcel pública”, recordó Erosa Herrera sobre su experiencia vivida el 3 de mayo.
Agregó que sin un delito claro sobre su detención, fue ingresado a las celdas después de que se violentaran sus derechos a realizar una llamada o recibir atención médica por su padecimiento de hipertensión.
“Me humillan de la peor manera posible, sacan mis huellas, me desnudan, me toman fotos, me hacen un antidoping y me ingresan incomunicado, no me dejan hablar con mi familia, me quedo encerrado 24 horas sin comida, sin bebida, solicité cinco veces el servicio médico y me fue negado, nadie me atendió”, añadió el militar jubilado.
Tras cumplir su “injustificada” condena, Erosa Herrera procedió a averiguar el paradero de su vehículo y a su vez, a interponer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey), el despacho del gobernador y la Oficialía de Partes de la SSP, por la privación de su libertad y el actuar de los elementos que lo detuvieron.
“Me dicen que está en el Corralón de la avenida Jacinto Canek, voy ahí y después de un largo trámite, no me la quieren entregar, alegando que necesito una liberación por parte de la SSP (…) me sellan que no tiene ninguna infracción pero no me la liberan, el motivo por el cual no me la entregan, según ellos, es porque les metí una demanda en la Fiscalía”, explicó el afectado.
Erosa Herrera solicitó hablar con el encargado de Asuntos Jurídicos de la SSP, por lo que fue atendido por otra figura policial que se identificó como comandante, quien le dijo que si quería su motocicleta, tenía que quitar la demanda.
“Hasta ahora no me han entregado mi moto, no tengo ninguna respuesta, solo la Codhey giró un oficio donde le solicitan a la SSP que se abra una investigación contra los elementos y que informen en un plazo menor a 10 días, los motivos de mi detención”, declaró.
Finalmente, el ciudadano reprochó el proceder de la Policía Estatal, porque a pesar de que las revisiones rutinarias no están estipuladas en ningún documento oficial, los elementos “malinterpretan a su conveniencia” las órdenes que les da la SSP, en perjuicio de los habitantes de Yucatán.
“Yo solicito que haya una sanción para estos elementos por su mala actuación, que sean borrados mis datos porque quedé fichado en la cárcel pública y la devolución de mi motocicleta”, concluyó