Hallan cuerpo sin vida de adolescente en Cancún
Ecatepec, Edoméx; 27 de Enero de 2021.- Jorge Alejandro López Rivas falleció a las 17:40 horas del 4 de enero, en la sala donde 29 días antes se había contagiado de Covid 19. Sus compañeros trataron de reanimarlo durante 40 minutos.
Lamentablemente no contaban con guantes ni equipo de protección y con medicamentos para inducir el coma. Jorge era médico interno de pregrado en el hospital Doctor José María Rodríguez, en el municipio mexiquense de Ecatepec.
Quería ser cirujano; sin embargo, murió debido a las complicaciones de Covid-19 después de ser obligado a trabajar cuando ya estaba enfermo. Varios de sus compañeros, su familia, sus jefes, todo el mundo dice, que la muerte de Jorge no debió haber ocurrido.
Por disposición oficial, en marzo de 2020, se estableció que los médicos en prácticas no podían rotar por servicios de alto riesgo como urgencias o medicina interna. El Instituto de Salud del Estado de México afirma que los internos de sus hospitales no trabajan en esas zonas incluso, que Jorge no laboraba allí—, que no realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar, ni están expuestos a los aerosoles de pacientes.
“No debíamos estar ahí, pero estábamos. El hospital no lo respetó”, aseguran los compañeros. “Sí estaban en Urgencias. No hay suficiente personal”, confirma un médico adscrito al Hospital General de Ecatepec. El 18 de diciembre, Jorge volvió a su última guardia y de nuevo puso su situación en conocimiento del servicio de Urgencias, Epidemiología y Enseñanza. Este último, refiere que sin una prueba PCR positiva o sin la valoración de la unidad del hospital, Jorge no podía recibir la incapacidad y tenía que seguir trabajando. El resultado de la prueba no llegó, pero a Jorge le dolía la espalda y el pecho, le costaba respirar. Si se iba, estaría incumpliendo su labor y se consideraría una falta injustificada, le advirtieron.
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