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MÉRIDA, Yuc., 11 de abril de 2025.- Luego de una prolongada lucha encabezada por ejidatarios, ambientalistas y trabajadores de una salinera local, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), suspendió definitivamente la obra irregular impulsada por el alcalde Wily Flota en el municipio de Dzemul. Además, se impuso una sanción económica al edil por las afectaciones al ecosistema.
Según se informó en un comunicado, el Acuerdo Resolutivo 0003/2025, contenido en el expediente PFPA/37.7/2C.28.2/0179-23, establece que la obra denominada “Rehabilitación de sistema de agua potable en la localidad y municipio de Dzemul, Yucatán” incurrió en una grave infracción a la legislación ambiental. Las actividades detectadas —desmonte de vegetación, excavación de zanjas, introducción de tubería hidráulica y desvío de agua— se desarrollaron sin autorización de impacto ambiental y dentro de un ecosistema de selva baja caducifolia, protegido por normativas federales.
El documento oficial ordena la suspensión inmediata de toda actividad relacionada con el proyecto y señala que, en caso de que se desee continuar con las obras, el Ayuntamiento deberá tramitar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) correspondiente y obtener la autorización en materia de Evaluación del Impacto Ambiental por parte de la Semarnat, de conformidad con lo estipulado en el artículo 199 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
La resolución representa una victoria significativa para la comunidad de Dzemul, que desde 2023 ha denunciado y enfrentado múltiples intentos del gobierno municipal por continuar las obras, a pesar de las suspensiones anteriores dictadas por las autoridades ambientales. En mayo de 2024, la obra ya había sido detenida, pero este 2025 se reactivó sin contar con el aval legal, provocando un nuevo conflicto social.
Ejidatarios y trabajadores de la zona salinera denunciaron que empleados municipales colocaron material para bloquear el acceso a las charcas salineras, lo que afectó directamente su fuente de trabajo. “Están intentando destruir los manglares, que no solo son nuestro sustento, sino también un ecosistema clave para la región”, expresó uno de los ejidatarios que participó activamente en la defensa del área.
La comunidad de Dzemul se mantiene en alerta permanente, confiando en que esta resolución sentará un precedente para frenar definitivamente las obras ilegales y proteger los ecosistemas locales. Asimismo, se exige que se haga efectiva la sanción económica al alcalde Wily Flota y se garantice la reparación de los daños causados al medio ambiente.
Esta decisión de la Profepa y la Semarnat representa no solo un triunfo legal, sino también un acto de justicia ambiental en favor de quienes han alzado la voz en defensa de la naturaleza y del patrimonio ecológico de Yucatán.